En lo que evitan entrar el alcalde y el edil de Promoción Económica es en cuestionar la construcción de la infraestructura y su coste final, que contó con un importante aportación del Gobierno central, que se tradujo en 1 millón de euros, además de asumir todo el material informático. Y así, Pumar asegura que "había que abrirlo y con una planificación de actividades", asumiendo de esa forma su futuro desarrollo.

Y destacó que su puesta en funcionamiento fue posible por la "labor de todo el gobierno municipal", con las limitaciones propias que existen, y contando con "personal propio del Concello, en total cuatro personas que se encargarán de la gestión y el mantenimiento de la infraestructura.

El nombramiento de un arquitecto como director y coordinador del centro es una de las decisiones que suscita dudas, al considerar más apropiada un técnico en informática y nuevas tecnologías con los que cuenta en su plantilla el Concello.