La prioridad del Concello, una vez se produjo la apertura del Centro del Coñecemento de La Molinera, después de dos años cerrado y sin actividad de ningún tipo, es "adaptarlo a la realidad", además de "darle vida y contenido". Así lo puso de manifiesto el alcalde, Jesús Vázquez, durante un acto que marcó la oficialidad de la nueva infraestructura. Pero para esa dinamización que se pretende, una de la líneas a seguir es la búsqueda de financiación, ya que su puesta en marcha se hace "con el mismo personal -en total cuatro personas- y el presupuesto que se había establecido", como explicó el edil de Servicios Generales y Promoción Económica, Jorge Pumar, del que depende directamente.

De ahí que Jesús Vázquez considera fundamental la implicación de otras administraciones, como la Xunta, y de las Consellerías de Educación y de Industria, además de los contactos que se vienen manteniendo con responsables de la Universidad de Vigo y el Parque Tecnológico de Galicia, para establecer acuerdos de colaboración y realizar acciones conjuntas en el futuro.

Y aunque en las amplias instalaciones en estos momentos solo se encuentra funcionando el aula CeMIT, que gestiona la Xunta, y cuyo traslado permite al Concello un ahorro de 31.714 euros al año, en concepto de alquiler, Jorge Pumar asegura que "contamos con una planificación", marcada inicialmente por una serie de charlas y cursos programados, y a la espera de que por parte de la Unión Europea se aprueben dos proyectos que se presentaron y que se desarrollarán en el Centro de Coñecemento.

Centro de referencia

Con la intención de que la infraestructura se convierta en "fábrica de conocimiento", el alcalde asume el compromiso de "posicionarlo como centro de referencia en nuevas tecnologías y de conocimiento", con el argumento de que en Ourense "hay talento y capacidad creativa".

Pero más allá de ese ideario de intenciones, Jesús Vázquez reconoce que se debe orientar hacia "la producción", en relación a que los proyectos que se puedan gestar en el Centro de Coñecemento tengan el mayor recorrido posible.

Aunque lo más relevante, en estos momentos, es que su apertura a la ciudadanía y su puesta en funcionamiento supone "dar un paso más hacia la normalidad", en alusión a que no es la única infraestructura que estaba a la espera de ser operativa, sobre todo como en el caso de La Molinera en la que se invirtieron cerca de 1,9 millones de euros, a los que se le tiene que sumar los casi 600.000 euros en todo el material tecnológico con el que se cuenta.

Sobre esta cuestión, Jorge Pumar reconoce que su adquisición se produjo hace casi cuatro años, en 2012, con lo que, teniendo encuentra "los rápidos avances que se producen en este campo de la tecnología", algunos pueden haber quedado "desfasados".

Pero en estos momentos se está procediendo a la instalación de cada uno de los talleres y viendo la aplicación de ese material que se había almacenado en las propias instalaciones y en las que permaneció durante los últimos dos años. Además de señalar que a día de hoy "está todo inventariado", Jorge Pumar explicó que se detectó la falta de algún material que se había adquirido, por un importe que ascendería a 20.000 euros, y que llevaron a que el edil presentase en su momento una denuncia en la comisaría de Policía.

Aunque tanto Pumar como Vázquez insisten en que ahora toca mirar hacia el futuro, que pasa por la puesta en marcha de acciones formativas sobre informática básica e internet, páginas web, ofimática y charlas por videoconferencia.