La Asociación de Vecinos de Lucenza celebró el Día del Árbol en Cualedro, con la colaboración de la comunidad de montes de la misma localidad, la Diputación y la Plataforma "Non Máis Lumes". A las 16.30 asistieron a una proyección sobre las consecuencias y efectos de los incendios forestales, en el local de la entidad. Un grupo de niños de este municipio, que sufrió el segundo incendio mayor de Galicia en el último siglo, escribieron su nombre en una pizarra, que colocaron junto a los 25 robles y castaños que plantaron posteriormente en Pedra Mouriña, al pie de la Serra do Larouco.

Tenían previsto subir junto al que antes denominaban "el banco más triste del mundo", desde donde solo se podía ver una porción de las 3.200 hectáreas de terreno calcinadas el pasado verano, que tiempo más tarde rebautizaron con el nombre del "banco de la esperanza", ante los brotes verdes que empiezan a surgir y sobre todo al compromiso y mayor concienciación de la población para erradicar de una vez por todos la lacra de los incendios forestales.

Finalmente no llegaron a subir, por temor a que pudiera surgir alguna incidencia con los niños, debido al mal tiempo y al viento que azotaba la zona. Concluyeron la jornada con una chocolatada, en la que participaron la mayor parte de los vecinos, con la esperanza puesta en que no se produzcan más incendios.