Coincidiendo con el inicio de las obras de rehabilitación de la calle Concejo, y ante la controversia surgida por los trabajos que se llevarán a cabo, el gobierno municipal asegura que asumió el proyecto que había dejado el anterior ejecutivo socialista, para de esa forma evitar una demora mayor, al tratarse de una de las principales demandas de los ciudadanos, debido al mal estado en que se encuentra esa calle.
Uno de los argumentos que se ponen encima de la mesa, después de que por parte del grupo municipal de Ourense en Común (OUC) se reprochase al gobierno popular que no se avance en la mejora de la movilidad urbana, es que de decidir modificaciones en el proyecto que existía, eso haría inviable que las obras se iniciasen durante el presente ejercicio, entre otras cuestiones por no poder contar con la correspondiente partida presupuestaria incluida en el Plan de Inversiones aprobado a finales de 2014.
De ahí que, como aseguró ayer el alcalde, Jesús Vázquez, "lo primero que hicimos nada más llegar fue intentar salvar la partida que se había destinado", por lo que en ningún momento se planteó realizar reforma alguna al proyecto que había, ya que de lo contrario sería "totalmente inviable que se realizase de inmediato", ya que finalmente las obras se iniciarán a partir de la próxima semana.
Unas obras que superan los 600.000 euros, y que tiene un plazo máximo de ejecución de seis meses, cuestión en la que insistió el alcalde, debido a que se trata de una de las principales arterias de tráfico rodado con que cuenta la ciudad. En este sentido, los datos de que dispone el Concello revelan que el 80% procede del acceso centro de la Autovía Rías Baixas.
Lo que también está previsto son las rutas alternativas que se comunicarán para durante la ejecución del proyecto de la reforma en la calle Concejo, en un intento de evitar problemas de tráfico, que fueron objeto de un estudio por parte de los técnicos municipales, en concreto de la Policía Local.
Pero el alcalde reconoce que "habrá problemas", sobre todo por tratarse de un vial que cuenta con un importante volumen de tráfico. De ahí que en nombre del Concello pida disculpas a los ciudadanos, aunque también espera que sean conscientes de que se trata de un proyecto "necesario" y largamente demandado, que supondrá una mejora en la seguridad vial.
Un modelo diferente
Pero el proyecto que se ejecutará es cuestionado por el grupo de Ourense en Común, al rechazar el modelo por el que se opta, y que tiene como principal argumento que se "mantiene la hegemonía del vehículo a motor sobre los peatones".
Y así, el portavoz de OUC, Martíño Vázquez, reprocha al gobierno municipal que con esta actuación "no se avance en la pacificación del tráfico en el centro al contar con tres vías de alta capacidad inmediatas que absorberían su impacto". Una de las cuestiones que se había planteado como una de las medidas propuestas por la mesa de la Movilidad, que abordó el incremento de atropellos.
Para incidir en que se prioriza el uso de este vial al vehículo motorizado, mientras que "obliga a las personas con movilidad reducida a dar un rodeo para superar la pendiente" que existe en la calle Concejo, y que debería darse otro tipo de respuesta aprovechando la rehabilitación de la misma.
Además de aludir a que actuaciones de este tipo no se corresponde con el espíritu de lo expuesto y propuesto en la Mesa Municipal de la Movilidad, de la que forman parte los grupos políticos en el concello, así como diferentes colectivos vecinas y sociales.
