"Estos días, como ateo que soy, paso de los actos religiosos; son para dedicarlos al descanso y a la familia, viajar fuera o al menos salir del entorno habitual para desconectar del trabajo diario". Como estado aconfesional no entiende que se de este peso en el calendario a un ciclo cristiano, aunque respeta que "pueda seguir habiendo un porcentaje legítimo de gente, que sí participe en los actos religiosos".