La ciudad de Ourense solo podrá ofrecer a los turistas que lleguen a la misma en esta Semana Santa, unas termas públicas y las en las riberas fluviales, que finalmente parece que llegarán a tiempo para volver a entrar en funcionamiento en este ciclo festivo, tras una urgente reparación de las mismas, dañadas por las habituales crecidas del río que inutilizan estas dotaciones durante semanas por su excesiva proximidad al cauce fluvial.
Porque Ourense tendrá que seguir esperando por su primer gran hotel-balneario urbano. El proyecto existe, se ubicará en la orilla derecha del Miño, lo promoverá también el Grupo Caldaria y será el primer gran hotel cinco estrellas. Pero no hay fecha de inicio del mismo. Solo un boceto.
Según fuentes de Fundación San Rosendo antes de consolidar una inversión de este calibre, para la que se necesita una mayor implicación económica de la instituciones, esperarán a que se consolide también ese entorno, con nuevas dotaciones, la primera de ellas la puesta en marcha de la llegada del AVE, afirman que será el que garantice un flujo de comunicaciones y de viajeros que permitan rentabilizar ese ambicioso hotel. Un hotel-balneario que además reserva un gran espacio para convenciones y congresos. De ahí la necesidad de garantizar una línea de comunicaciones rápida y próxima con el resto del Estado.
Mientras tanto los otros tres grandes hoteles balneario de la provincia, aparecen anunciados ya con símbolos claros, del Ourense termal a lo largo de la autovía. Tanto Laias como Arnoia se mantienen dinámicos durante todo el año, con el turismo social o de mayores, abueletes que conviven en una curiosa estampa intergeneracional, con las selecciones de remo de países como Bielorrusia, Inglaterra o la de Rumanía que pasan largas estadías invernales en estos dos balnearios, centros de referencia para la elite mundial de ese deporte. Este verano tendrán además otro reclamo para el descanso pues se espera que esté ya instalada la piscina flotante de aguas termales de Laias.
