La CIG registró ayer una denuncia contencioso-administrativa en el juzgado por la supuesta denegación de días de asuntos propios a los bomberos de Ourense, cuya plantilla ha caído un 27% en una década, con 52 efectivos para una ciudad de 104.000 vecinos. La central dirige la acción contra el Concello, se queja de que el nuevo gobierno no ha atendido a sus demandas y también critican el "desinterés" del jefe de servicio. A finales de mes, se celebrará un juicio por el conflicto con el reparto de vacaciones.