El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, investigado por la presunta comisión de los delitos de cohecho, tráfico de influencias y acoso sexual, negó ayer ante la juez las acusaciones vertidas contra él por la mujer que le acusa de ofrecerle un trabajo a cambio de sexo y afirmó que jamás le ha dado empleo a esa persona que lo denunció.

Baltar eludió hacer declaraciones. Su versión la hizo pública su defensa, Juan Ramón Montero. El letrado pidió en sala la reserva de actuaciones que marca la ley y situó a Baltar como víctima de un caso político. "Este proceso es lo contrario de lo que parece. Baltar no ha cedido a presiones, intimidaciones o incluso amenazas" para que contratara a su denunciante. "Se ha resistido a jugar a ese juego", añadió el abogado. Según la defensa, el presidente de la Diputación "ha ratificado lo que es patente y público; jamás le ha dado un cargo a esta mujer y jamás le ha hecho una propuesta". Además, indicó que los hechos "son absolutamente inciertos y que se remiten a hace seis años", criticando que "lamentablemente se utilicen en los juzgados con unos fines muy distintos". Además, ironizó sobre la "casualidad" de que todo lo que está saliendo en los medios de comunicación tenga "relación con un determinado partido político", "sea o no sea cierto", en una alusión velada a las informaciones sobre el Partido Popular.

Por su parte, la mujer que acusa al popular de haberle prometido un puesto de trabajo a cambio de sexo, Teresa F.C., extrabajadora de la Diputación desde 2003 a 2009 y colaboradora del partido en otros actos, ratificó su denuncia. En sala se reprodujeron las conversaciones entre la particular y el barón captadas, con micro oculto, en 2010 y 2012. En algunos audios se mencionaba un posible cambio de nota en un proceso selectivo. En otras, palabras de este tenor: "Después de echar a todos estos -Baltar ya era presidente provincial y acababa de anunciar el primer ERE en una Diputación- vamos a hacer una historia de servicios sociales. Te voy a solucionar el problema y ya está".

La particular ejerce la acusación por acoso sexual -la juez incluyó ese delito tras descartarlo inicialmente-, y también sigue investigada por su rol en posibles delitos de cohecho o tráfico de influencias, puesto que admitió haber accedido a la relación sexual en una ocasión, en 2010, ante la expectativa laboral. La mujer tampoco atendió a la prensa.

El presidente de la Diputación declaró durante algo más de una hora. Accedió a responder a las preguntas del fiscal jefe de Ourense, Florentino Delgado, de la magistrada de Instrucción 3, Eva Armesto, y de su propia defensa. En cambio, declinó ser interrogado por el abogado de la denunciante y por el letrado de Democracia Ourensana, que es acusación popular en estas diligencias tras haber abonado 9.000 euros de fianza.

Hubo un retraso de unas 2 horas sobre el comienzo previsto de los interrogatorios porque la defensa del presidente planteó cuestiones previas para aplazar la causa. La Audiencia aún no ha decidido si procede la citación en calidad de investigado de Baltar y la mujer, por lo que el letrado pidió el aplazamiento hasta que hubiera resolución. Además, rechazó la presencia del letrado de DO, al entender que la personación del partido no está legitimada y tiene como objeto una utilización política de la justicia. Por eso previno de la debida reserva de la instrucción. Por último, el letrado pidió la nulidad del proceso.

Todas las solicitudes de trámite fueron rechazadas. El fiscal jefe se mostró a favor de la presencia como acusación popular de Democracia Ourensana, al entender que su personación fue correcta. La magistrada se ausentó unos minutos de la sala para tomar una decisión en su despacho.

Resueltas las cuestiones previas, la primera en prestar declaración fue la mujer. Aceptó varias preguntas de Democracia Ourensana, así como de su defensa y la juez. Rechazó contestar al abogado de Baltar y al fiscal jefe, que archivó su primera denuncia al no apreciar "indicio racional mínimo" por parte del presidente. Según el abogado de Democracia Ourensana, Miguel Caride, la mujer "pasó ayer un mal trago", pero se mostró "valiente y fuerte", ratificando su denuncia.

El letrado de la acusación popular contrapuso las actitudes de la magistrada y el fiscal jefe en una jornada de declaraciones "larga y tensa". De la juez Eva Armesto destacó su instrucción "exhaustiva y seria, con mucho oficio", mientras que al máximo representante en Ourense del Ministerio Público le afeó que "en algunas de sus preguntas ejercía más como abogado defensor que como fiscal".

Juan Ramón Montero

"Baltar ratificó lo que es evidente; jamás le dio un cargo a esta mujer y jamás le hizo una propuesta"

Miguel Caride

"En algunas de sus preguntas, el fiscal ejercía más como un abogado defensor"