La víctima, ayer, será el acusado en la misma sala en 5 días. Entonces, los testigos serán los dos encausados ayer. En una semana, la Audiencia Provincial estudiará las implicaciones del encontronazo, la noche del 8 de noviembre de 2014, entre dos hombres dominicanos y uno de nacionalidad portuguesa que presuntamente se dedicaba a traficar. Los primeros fueron juzgados ayer por presuntos delito de robo con violencia, lesiones, tenencia ilícita de armas y de moneda falsificada. La Fiscalía pide 13 años y medio y 14 años y 3 meses para dos varones dominicanos, Joselo S. R. P. y Reynaldo B. L., este último condenado en 2008 por matar a estacazos a otro hombre en Lugo, tres años antes.

Ambos son sospechosos de atar, dar una paliza y robar joyas, cocaína y dinero a José A. D.S., un portugués de 65 años al que le constaban 26 detenciones anteriores a este caso. Él se expondrá, la próxima semana, a 4 años de prisión y a una multa de 20.700 euros porque, después de que la Policía llegara a su rescate, tras el aviso de un vecino alertado por gritos de auxilio, comprobó que en su casa tenía drogas y otros objetos destinados presuntamente al trapicheo.

Ayer, como testigo en el estrado, dijo que quien trajo droga a su casa era el acusado Reynaldo, al que ya conocía por operaciones anteriores. Según ratificó ayer, se abalanzaron sobre el sexagenario, intentando taparle la boca con una tela. El luso logró zafarse y comenzó a gritar pidiendo auxilio. Entonces los golpearon violentamente, con patadas y puñetazos por todo el cuerpo. Presuntamente lo arrojaron al suelo, lo ataron de pies y manos, lo amordazaron y lo llevaron a rastras a su dormitorio. Con la víctima inmovilizada y sin poder hablar, los acusados buscaron supuestamente el botín: una pistola detonadora marca "Blow" 8 mm, 49 cartuchos de dicho calibre, 500 euros en billetes de curso legal, varias joyas así como tres bolsas plásticas que contenían un total de 110,767 gramos de cocaína.

Los dos acusados admiten que pretendían llevarse el arma - y otra automática incautada que les supone el delito de tenencia ilegal-, así como dinero y la droga, a modo de compensación -querían vender en el mercado negro- tras haberse visto encañonados por el presunto traficante, según su versión.

Contradiciéndose y culpándose el uno al otro en algunas partes de su interrogatorio, en lo que sí coincidieron es en que la víctima supuestamente encañonó a Reynaldo después de que este le reprochara que la droga era falsa. José A. D. S. habría cogido un arma y apuntado contra el dominicano. Joselo S. R. P. sostuvo ayer que, al ver esa escena, retiró el brazo al sexagenario y lo redujo. Las lesiones sufridas por el presunto traficante, y acreditadas por el médico forense, se habrían producido durante el forcejeo, según los individuos.

Uno se ve "el cabeza de turco"

Joselo S. R. P. cambió su versión. En noviembre de 2015 hizo un escrito de confesión y ayer su defensa, que solo admite un delito de tentativa de robo violento, lo presentó como el "cabeza de turco" del otro acusado, Reynaldo, "el cerebro de la operación". Dijo incluso que le hizo llegar papeles a través de otro recluso, en la prisión de Pereiro, para indicarle qué declarar. Reynaldo lo negó. Joselo es el propietario del coche en el que presuntamente ambos acudieron a Ourense. En el maletero, ocultos en una riñonera bajo la moqueta, había 68.550 euros en diversos billetes falsos. Solo por este delito, el fiscal pide 7 años de prisión para cada uno, al sostener que ambos lo sabían, al igual que la posesión de las armas por parte de uno de ellos. Los dos dominicanos se acusaron mutuamente de la posesión del dinero. La defensa de Reynaldo cree que el otro acusado cambia de declaración con afán de "exculparlo".