El acusado de matar a su mujer, Isabel Fuentes, en el hospital de Ourense cuando esta permanecía ingresada a consecuencia de una brutal agresión, declaró esta mañana en el juzgado de primera instancia e instrucción de Verín, sin que apenas hayan trascendido detalles de su comparecencia.

Aniceto Rodríguez respondió durante una hora "a todas las preguntas" que le plantearon la juez, el fiscal y la acusación particular, ya que la defensa no planteó ninguna cuestión. El fiscal de en materia de violencia de género, Julián Pardinas, destacó que el detenido contestó "dentro de sus limitaciones" debido a su estado de salud. Pardinas avanzó que el proceso será rápido y que el juicio oral podría convocarse antes de final de año.

Aniceto Rodríguez llegó a las 9 al edificio judicial, a donde fue trasladado en ambulancia desde el Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar. En Verín, amigas y familiares de la víctima le recibieron con gritos de "asesino". Hasta 10 agentes de la Guardia Civil custodiaron su entrada en sede judicial.

Su citación ante la juez diez se produjo diez meses después del brutal crimen en calidad de investigado por un presunto delito de asesinato y otro de tentativa. La condena podría superar los 25 años.

Hasta la fecha, el acusado del asesinato de Isabel Fuentes no había prestado declaración más que en el hospital. Tras presuntamente apuñalar a su mujer en sufrió un ictus, lo que imposibilitó sus comparecencias. En las últimas semanas, los forenses dictaminaron que estaba capacitado para enfrentarse a un juicio.

El primer intento de toma de declaración se produjo en junio de 2015, ante la magistrada de guardia de Ourense, después de haber recibido el alta hospitalaria tras casi mes en reanimación debido a las lesiones que se produjo. En esa ocasión, el hombre dijo no recordar nada ni ser consciente de haber apuñalado a su esposa y el interrogatorio tuvo que ser suspendido.

El pasado 11 de septiembre tuvo lugar el segundo intento de toma de declaración, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Verín, a través de una pantalla de plasma. Pero, finalmente, fue suspendido debido a lo impreciso de sus respuestas del acusado.

Los hechos ocurrieron el pasado ocho de mayo cuando el investigado habría acuchillado mortalmente a su mujer, Isabel Fuentes, en el hospital de Ourense. Ella se encontraba ingresada tras una brutal agresión sufrida en su casa - según la primera versión de su marido- por parte de unos asaltantes y le que le había llevado a estado de coma. Él le habría asestado una fatal puñalada con un cuchillo con el que luego se autolesionó, necesitando de una intervención quirúrgica.

Ese fatídico día, los investigadores hallaron poder del acusado una nota en la que admitía la primera tentativa homicida contra su mujer.

La Guardia Civil advirtió a la juez del peligro que suponía el acusado para la integridad de su mujer tras señalarlo como sospechoso del primer ataque que él, en un principio, atribuyó a unos ladrones. Los investigadores no habían encontrado la puerta forzada y apuntaban a una posible agresión por parte del marido. Sin embargo, la magistrada no advirtió indicios para restringir sus visitas al hospital. La víctima nunca denunció malos tratos.

"Se acuerda de todo"

"Dice que no se acuerda, pero se acuerda de todo", ha asegurado, a las puertas del juzgado, María Isabel López, prima de la víctima y que considera que el acusado "se hace el loco" y que "lo del ictus" que le impide recordar los hechos, como alega, "es un cuento patatero".

María Isabel López también ha lamentado que ni la jueza ni la Guardia Civil que investigaba la primera agresión contra Isabel Fuentes, que derivó en el ingreso hospitalario donde fue asesinada, hubieran "hecho más" para protegerla.