La Policía Local de Ourense realizó entre enero y febrero de este año un total de 68 alcoholemias positivas, de las que 20 implicaron presuntos delitos de conducción con la tasa superior a 0,60 mg/l de aire espirado, lo que conlleva la tramitación de diligencias judiciales. Las 48 restantes fueron alcoholemias administrativas que no alcanzaron esa tasa y que se resuelven con la correspondiente sanción.

El informe elaborado por la Policía Local recoge que de los 20 positivos con tasas elevadas, en 11 casos los test fueron realizados a los conductores después de ser interceptados por cometer alguna infracción de tráfico, y otros cuatro arrojaron dicho resultado después de sufrir una accidente, mientras que los cinco restantes fueron detectados en controles. En este caso, la policía constata una reducción del 33,5% en el número de positivos en relación al mismo período de 2015.

Asimismo, dos conductores se negaron a someterse a estas pruebas legalmente establecidas, lo que provocó la correspondiente apertura de diligencias judiciales. El año pasado también se registraron dos incidencias similares en el mismo período.

En cuanto a las alcoholemias administrativas, por debajo del 0,60 pero superiores a las máximas permitidas (0,25 en conductor general y 0,15 en conductores noveles y profesionales), en los dos últimos meses se detectaron 48, de las que 29 se registraron en controles, 17 por infracciones de tráfico y 2 por accidente. En la comparativa con el año anterior, queda constatada también una reducción del 15,78%.

La Policía Local atribuye esta bajada en los positivos "tanto a la labor preventiva, permanente y por momentos intensiva, como a la concienciación de la población, el descenso en el consumo de alcohol y también al aumento de las sanciones (500 y 1.000 euros), la detracción de puntos (4 y 6) y la retirada de permisos que hace que disminuyan los reincidentes, aunque no podemos bajar la guardia y el objetivo es que sigan disminuyendo estas cifras".