En el CEIP Prácticas de A Ponte hay 85 alumnos que al saludar dicen "ni hao" con toda naturalidad y dan las gracias con un "xie xie". Muy cerca, en el IES 12 de Octubre, otros 19 chavales ya son capaces de distinguir algunos caracteres chinos. Y esto es solo el principio. Apenas llevan dos meses recibiendo clases de esta lengua que la Escola Oficial de Idiomas, EOI, de Ourense, ha introducido de manera experimental en la educación pública en convenio con la Xunta.

El programa es pionero en Galicia y gratuito para los padres. Nace de la colaboración de la Consellería de Educación con el Hanban, que es una institución pública que depende directamente del Ministerio de Educación de la República Popular de China y que se dedica a proporcionar a nivel mundial recursos y servicios docentes relacionados con su lengua y su cultura.

La EOI contaba ya con una docente nativa desde hacía tres años pero a principios de este curso la Embajada China ofreció una segunda profesora. Fue entonces cuando surgió la idea de extender la enseñanza del idioma a los colegios públicos y desde enero, Shirou Liu se encarga de esta misión. "Al principio me resultó difícil porque la forma de educar es muy diferente en España. Poquito a poco he aprendido a llevar la clase y estoy muy contenta porque yo también aprendo con ellos a mejorar mi español", explica la profesora, una joven de 23 años enamorada de "este cielo azul de Ourense".

Para aprender chino, dice, lo primero es querer. "No todos los niños quieren aprender por eso es muy importante dejarles sentir interés, que no vengan obligados". Con los más pequeños trabaja las palabras comunes, les pone películas y les habla de China. "Lo más importante al principio es la cultura, despertar su curiosidad". Con los mayores introduce los caracteres, aunque reconoce que la escritura "sí es difícil".

La iniciativa de introducir el chino como materia extra curricular iba a ser "menos ambiciosa", explica la directora de la EOI, Nancy Casielles, pero tuvo una acogida tan buena (cinco grupos en infantil y primaria, y uno en ESO y Bachillerato) que podría ampliarse a otros colegios.

Yolanda Ramos no se lo pensó cuando surgió la oportunidad. Su hija Aixa, de 4 años, ya estudia inglés y alemán: "Cuanto más pequeños empiecen mejor; ya sé que no va a aprender a hablar chino pero escucha y se familiariza con el idioma", afirma. Susana Quintela, que recuerda que "es el idioma más hablado en el mundo", tampoco se lo pensó y apuntó a sus dos hijas. La pequeña, Enara, ya dice algunas palabras.