Los delitos de falsedad documental en cuestiones de tráfico -endosando infracciones a personas totalmente ajenas a los hechos- son detectados con frecuencia por parte del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del Subsector de la Guardia Civil de Ourense.

Según esta unidad, la complejidad a la hora de resolver estos engaños "reside en demostrar que el conductor a quien se pretende responsabilizar no estaba ese día y a esa hora a los mandos del vehículo". Pese a la dificultad que entraña poder cerrar con éxito estas investigaciones, el GIAT de Ourense sostiene que "prácticamente la totalidad" de estos casos delictivos acaban por ser esclarecidos.

El grupo de investigadores es el mismo que descubrió una presunta trama que había endosado 55 multas a un preso de Portugal. Para evitar la pérdida de puntos y eludir la denuncia administrativa, más de una treintena de particulares y alguna empresa de toda Galicia endosaban al recluso sus sanciones, la mayoría por excesos de velocidad, tras seguir las indicaciones de un vecino de Lalín y otro de la zona de O Carballiño; los presuntos cabecillas.