El juzgado de Ourense recibirá el lunes las diligencias abiertas por un presunto delito de falsedad documental contra el dueño y titular de un vehículo quad, M. Y. V., y la propietaria de una gestoría, M. B. G. Agentes del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) de la Guardia Civil les tomaron declaración en calidad de investigados, como presuntos responsables de un engaño para tratar de eludir dos sanciones administrativas de la DGT, por importe total de 700 euros y 6 puntos de retirada, después que el conductor huyera de una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil que lo vio conduciendo de forma temeraria en una zona de curvas de una carretera local próxima a la OU-508. A esa infracción de carácter muy grave se le sumó una segunda contra el Reglamento General de la Circulación, por haber desobedecido las órdenes de agentes de la autoridad.

Cuando el propietario recibió los boletines de denuncia en su domicilio, remitidos por la Jefatura Provincial de Tráfico, procedió a identificar como conductor a un vecino de su misma zona que era incapaz de haber conducido en el momento de los hechos, por razones de salud. Los guardias civiles del Grupo de Investigación y Análisis (GIAT) de Tráfico no dudan "de que la persona identificada como responsable no podría haber conducido bajo ningún concepto, mucho menos un vehículo quad y de forma temeraria".

La maniobra ilegal al volante tuvo lugar en el mes de octubre de 2015. A los guardias civiles que observaron cómo el quad conducía de forma temeraria por un tramo de curvas con visibilidad reducida, les resultó imposible darle el alto. El piloto, por tanto, no pudo ser identificado en ese momento. El infractor desobedeció la orden de los agentes de la autoridad y se dio a la fuga a toda velocidad. La patrulla de la Guardia Civil formuló un atestado de denuncia que iniciaría todo el proceso.

La Jefatura Provincial de Tráfico inició dos expedientes sancionadores, por las respectivas infracciones: 500 euros y pérdida de 6 puntos por la conducción temeraria, y 200 euros por hacer caso omiso a las señales de la Guardia Civil. Los boletines fueron remitidos al domicilio del propietario y titular del vehículo. Este, en una presunta connivencia con la dueña de una gestoría, conocida, decidió dar los datos de identificación del tercero, un vecino de la zona, según fuentes de la investigación.

Cuando las sanciones llegaron al domicilio del perjudicado, totalmente ajeno y desconocedor de estos hechos, la familia alegó a la Jefatura de la DGT para explicar que era imposible que el identificado hubiera realizado la conducción temeraria. Ante las sospechas de un engaño, la Jefatura dio aviso a los expertos del Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del Subsector de la Guardia Civil de Ourense.

Los agentes destaparon el fraude y ya han interrogado a los dos investigados. Al parecer, ambos mostraron su sorpresa por ser imputados por un delito de falsedad documental. Negaron los hechos y que hubieran llevado a cabo una maniobra deliberada.