Una declaración de intenciones fue la que hizo ayer el portavoz del grupo socialista, Vázquez Barquero, sobre la futura aprobación del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Ourense, en el sentido de que "estaríamos por la labor de aprobarlo", siempre y cuando se cumpla el proyecto original de integración de la alta velocidad en la ciudad y la estación intermodal, como se recoge en el protocolo que firmaron en 2011 el Ministerio de Fomento -siendo su responsable el socialista José Blanco-, Adif, Renfe y el propio Concello.
El anunció que realizó Vázquez Barquero se produjo veinticuatro horas antes de la reunión de la junta de portavoces convocada por el alcalde, Jesús Vázquez, para informar a los grupos de la reunión que celebró la comisión de seguimiento del AVE en el Ministerio de Fomento, relacionada con la situación en que se encuentra la integración urbana y la estación intermodal.
Una intencionalidad que fue acompañada de una advertencia, aunque el portavoz socialista prefiere hablar de "toque de atención, pero en positivo", al alcalde popular, por la actitud que mantiene sobre un asunto de esta relevancia, en alusión a que se asuma lo que se plantea por parte de Fomento y Xunta, y que considera "pone en peligro" la aprobación del nuevo Plan de Urbanismo de la ciudad.
Sostiene Barquero que el nuevo PXOM debe partir de la integración de la alta velocidad en la capital en las mejores condiciones, como así se contempla en el mencionado protocolo, en el que se incluye la "solución técnica" al trazado, en este caso la variante exterior, liberando los terrenos de la actual infraestructura ferroviaria, y que se acordó a finales de 2010.
Un protocolo que marca las condiciones en las que ha de desarrollarse la llegada de la alta velocidad a la ciudad, así como el diseño de la estación intermodal del AVE, junto con la incorporación de la estación de autobuses. La variante exterior, trazado para viajeros y mercancías, cruzará el Miño a través de un nuevo viaducto, así como el traslado de los actuales talleres de Renfe, en Peliquín, y la cubrición de las vías de entrada en 24.000 metros cuadrados entre la avenida de Santiago y la estación, con lo que se produce la recuperación de la "fractura" que existe entre los barrios de A Ponte y O Vinteún.
Coste de la integración
Otro de los documentos "claves" que esgrimió Vázquez Barquero es el estudio de costes realizado por los técnicos, para determinar que la integración del AVE se asumiría con la liberación del suelo en esa zona.
Así, según ese documento el coste de las actuaciones en la entrada a la estación y el nuevo edificio ascendería a 65 millones de euros, con el siguiente desglose: unos 14,4 para el edificio ferroviario, 9,4 millones para la reordenación urbana y urbanización de esa zona, junto con el traslado de los talleres de Renfe, con un coste estimado de 24,8 millones para la cubierta de la superficie de la plaza de la actual estación. En cuanto a la integración de la nueva estación de autobuses se fijaba 5 millones de euros, y 10 millones para acondicionar el corredor liberado.
Barquero recalcó además que "todo esto antes de que llegase el proyecto de Foster", del que intentó desmarcarse al señalar que "no estamos discutiendo el diseño, que es menor, ni la firma", aunque al final reveló que "nos parece bien Foster", y rechazar que se trata de "un proyecto faraónico", como indicó el alcalde.
El portavoz socialista señala que se había establecido que los costes del proyecto los asumían Fomento, Adif y Renfe, para acusar a la Xunta de "ir por libre" en el proyecto de la estación de autobuses, por entender que el proyecto que propone "es más un pendello que una estación intermodal".
