La Xunta de Galicia tiene ya muy avanzado el informe, con el diseño de las propuestas técnicas necesarias para mejorar la seguridad vial en la carretera de A Granxa, una vía que, pese a estar en pleno casco urbano de Ourense es de titularidad autonómica que presenta una importante siniestralidad vial.
Entre las propuestas que está barajando la Xunta para reducir los accidentes en esa vía, están la posibilidad de diseñar alguna rotonda simulada para organizar el tráfico, cambiar pasos de cebra o paradas de bus urbano ubicadas hoy en zonas que restan visibilidad al tráfico, reestudiar el tamaño de determinado mobiliario urbano que también resta visibilidad y eliminar algún paso de cebra mal ubicado
Son algunas de las líneas de trabajo del proyecto que se está realizando por técnicos de la Xunta en Ourense y que ayer fue mostrado esquemáticamente en un encuentro convocada por la delegada territorial de la Xunta en Ourense, Marisol Díaz Mouteira, con representantes de la asociación O Barrio, de la carretera de A Granxa, entre ellos su presidenta, Inmaculada Freijeiro.
Esta última se mostró "muy satisfecha, porque vimos que tenían un importante trabajo adelantado y en ese informe, que no es definitivo y que una vez rematado tendrán que consensuar con el Concello, que es el que se lo encargó por acuerdo del pleno municipal, proponen cosas interesantes, que lo vecinos de la zona veníamos pidiendo, para reducir la siniestralidad en esta vía", indicó Inmaculada Freijeiro.
55 atropellos en 47 calles
Esta portavoz vecinal es la pionera en la lucha por la mejora de la seguridad vial en la carretera de A Granxa, una de las que ha registrado alto índice de víctimas, con el saldo de un atropello mortal, de los 55 atropellos que se registraron el pasado año en el casco urbano de Ourense. Una siniestralidad que ha disparado todos los recursos existentes y ha inspirado la creación de la Mesa de la Movilidad, que se reunió nuevamente ayer, para buscar soluciones a esta alta siniestralidad, con aportaciones de grupos políticos y diversos colectivos sociales y cuerpos policiales.
Pero si bien a la Policía Local no le gusta hablar de "puntos negros" de siniestralidad pues de esos 55 atropellos registrados el pasado año, se produjeron en 47 puntos de la ciudad diferentes, Inmaculada Freijeiro, pionera en esta lucha que comenzó a capitanear en su barrio en la década de los años 90, asegura que "por la razón que sea, las curvas que tiene esta carretera de A Granxa en su trazado, la velocidad excesiva que llevan los vehículos, -sobre todo en dirección subida que es en la que se producen la mayoría de los accidentes- o por la falta de medidas de prevención como las bandas reductoras de velocidad que tanto hemos pedido, lo cierto es que aquí se concentran un alto indice de accidentes urbanos; y en una sola calle", insiste.
Este informe que están realizando los técnicos desde la delegación de la Xunta en Ourense, se hace en respuesta a la petición del Concello de Ourense que dio traslado al acuerdo plenario, en el que por mayoría de votos, se decidió pedir a la Xunta la instalación de esas bandas de reducción de velocidad en esa vía. Sin embargo esos técnicos, cuyo informe va a acompañado de de fotos detalladas de cada tramo y sus posibles puntos negros, "nos dijeron que todavía no está claro si van a poner reductores de velocidad, pues la decisión debe consensuarla" explicó la presidenta de Asociación O Barrio.
En este primer borrador se reconocería ya que algunos de contenedores restan visibilidad; hay pasos de peatones colocados de forma peligrosa casi al inicio de una curva o la ubicación de algunas paradas de buses en lugares también poco apropiados que pueden provocar que el tráfico se encuentro con la parte trasera del bus en la parada y pueda colisionar con esta si tiempo al frenado.
