Con el objetivo claro de que las termas puedan estar en perfecto estado para el periodo vacacional de Semana Santa, el Gobierno local activa un plan de actuación para hacer frente a los importantes daños causados en los diferentes enclaves, como A Chavasqueira, O Muiño y Outariz por el temporal. Y aunque no hay una cuantificación económica, en una primera estimación realizada por los técnicos municipales revelan que "son cuantiosos".
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En este sentido, el alcalde señala que ya se encuentran trabajando en la zona empresas para la restitución de caminos, que quedaron sumergidos bajos las aguas del río Miño, así como la correspondiente limpieza de las pozas termales, que también corrieron la misma suerte durante esos días, lo que obligo a que la Policía Local procediese a cortar el acceso a esas zonas, y que permanece en algunas de ellas a día de hoy.
De esa forma, desde ayer el Concello trabaja en la retirada de los escombros arrastrados por el río Miño, como indicaron desde el área de Termalismo, después de que se anegasen las termas que se encuentran en las márgenes del río Miño, y que en está ocasión con mayor incidencia debido a las incesantes lluvias, así como a la apertura de la presa de Velle, lo que supuso un importante incremento en el caudal del río.
Colaboración
Pero además de las actuaciones propias del Concello, el alcalde destacó que por parte de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS) se le comunicó que una vez que baje el caudal del río, pondrá a disposición una brigada para realizar trabajos de limpieza en varias zonas con recursos termales públicos. En este sentido, el alcalde dijo ayer manifestó que mantendrá conversaciones con la Diputación para poder contar con más recursos que contribuyan a realizar esos trabajos en el menor tiempo posible.
La institución provincial ya había colaborado con el Concello en la limpieza y desbroces en diferentes espacio verdes, también en las márgenes del rió Miño. Por lo que espera que en una situación como está participe para recuperar esos espacios que se convierten en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad.
Estas incidencias en las zonas termales se han convertido en uno de los reiterados debates, en el sentido de buscar alternativas para evitar que las pozas termales , así como las infraestructuras que están en su entorno, sufran los efectos derivados del temporal, que provocan importantes daños que se traducen en un gasto para las arcas municipales.
En este sentido, se descarta la opción de levantar una especie de dique, debido a que lo prohibiría la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, y un traslado para una zona muy alta, es a día de hoy "inviable", tanto por su coste económico como sobre su legalidad.
