El inspector de la Policía que dirigió la operación en la que fueron detenidas cinco personas -tres de ellas familiares- acusadas de traficar con droga oculta en gel, y por otro alijo detectado en Madrid, asegura que el grupo acordó operar a mediana y gran escala y tenía contactos en Latinoamérica. En su opinión, esta operación se enmarcaría dentro de otra de mayor calado que tenía como objetivo traer "un barco" con la sustancia estupefaciente al país. A través de escuchas y seguimientos, la Policía dio el golpe. La investigación comenzó a raíz de un servicio rutinario de la brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional con motivo de las fiestas de O Couto en mayo de 2011, cuando localizaron en el interior de un vehículo cuatro botes de champú con sustancias estupefacientes.

Mientras, las defensas aludieron ayer, en la sesión final del juicio ante la Audiencia de Ourense, a "los errores" de toda la instrucción, iniciada a partir de una macrocausa tramitada en Vigo por blanqueo de capitales y una estafa millonaria al gobierno de Angola Reclamaron la nulidad de actuaciones por supuestos fallos en la identificación de los acusados, como la confusión del nombre de uno de los acusados con el de su hermano.

Los investigadores concluyeron que J.L.C.P. y su esposa E. D. R se dedicaban al tráfico de sustancias, y que el hermano de ella, N.D.R., ejercía de recadero a cambio de un porcentaje. El 15 de mayo de 2011 N. D. R. cayó con 846 gramos de cocaína -con una riqueza del 72,5% y valorada en 82.252 euros-, en un centenar de cápsulas de cocaína ocultas en los botes de gel. El individuo también portaba 5,2 gramos de cannabis

Otras dos personas, F. J. C. V. y M. T. Z. B., se enfrentan también a la cárcel por una remesa de 338 gramos cocaína que la segunda presuntamente trajo de Venezuela a cambio de 3.000 euros. La defensa del primero, que fue en autobús a Madrid por supuesto encargo de J. L. C. P., pide la atenuante de drogadicción. La de la mujer ve dilaciones indebidas y pide a la Audiencia que tengan en cuenta que su cliente colaboró "desde el minuto uno". También consideró "defectuosa" la instrucción.

De 4 años y medio a 7 y medio

Por estos hechos, la Fiscalía solicita penas que van de los 4 años medio a los 7 y medio de prisión para los cinco acusados, además de multas que oscilan entre los 46.531 y los 128.784 euros. La fiscal elevó a definitivas sus conclusiones, manteniendo los cargos para todos. Para el principal implicado y su esposa pide la pena más elevada, de 7 años y 6 meses de prisión como supuestos instigadores de los hechos. Solicita 6 entre rejas para el hermano de ella, N.D.R., el presunto colaborador. Los otros dos encausados se enfrentan a 4 años y 6 meses de prisión.