La pérdida de población afecta a todas las comarcas de la provincia y ni la de la capital, se salva de la sangría demográfica. En 2015 cayó el censo un 0,9 por ciento respecto al año anterior lo que supone perder 3.062 habitantes en solo doce meses, lo que supone una media de 8 personas menos cada día. En el conjunto de Galicia, el sur de la provincia y la franja oriental son las zonas más afectadas por el adelgazamiento poblacional, y es la comarca de Terra de Caldelas que pierde población a mayor velocidad en toda la comunidad autónoma. En este último año, su censo se contrajo un 3,37%, al pasar de 3.322 a 3.210 habitantes, 112 menos solo en un año para una comarca que arrastra graves problemas demográficos.
Después de Caldelas es Trives la comarca con mayor pérdida de población en 2015, concretamente un 2,9% menos al pasar de 4.556 vecinos en 2014 a 4.424 el pasado año. Le siguen Baixa Limia y Terra de Celanova, con un 2,03 y un 2,02 por ciento menos, respectivamente. La Baixa Limia perdió 159 habitantes y la comarca de Celanova, 399.
Incluso la comarca de Ourense, donde se concentra el 44,6% de la población de toda la provincia, ha perdido habitantes en el último ejercicio, aunque a menor ritmo que en el resto. En particular, el censo disminuyó un 0,3%, lo que supone 434 vecinos menos en la comarca. En lo que se refiere exclusivamente a la capital, la ciudad de As Burgas registraba a cierre de 2015 un total de 104.000 habitantes, 447 menos que el año anterior, lo que supone una caída del 0,43%.
Las cifras publicadas ayer por el Instituto Galego de Estatística, IGE, reflejan también el envejecimiento al que se ve sometida esta provincia, en la que solo el 3 por ciento de su población (9.799) son niños de cuatro años cumplidos o menos, mientras que casi el doble (18.491), el 5,8%, son mayores que superan los 85 años.
En total, la población de la provincia se sitúa en 318.739 habitantes, unos 20.000 vecinos menos que en 2002, año en el que comienza la serie publicada ayer por el IGE.
