La tesis que ayer defendió Katerina Zemánková en el salón de grados del edificio Politécnico se centra en la física molecular del agua, sustancia fuente de la vida pero cuyo comportamiento físico, explica su codirector de tesis, Claudio Cerdeiriña, "es extraordinariamente anómalo". Esto se manifiesta tanto en sus propiedades como líquido puro como en su papel como disolvente.

Lo que ha estudiado esta joven investigadora es lo que sucede cuando se incorporan al agua "moléculas anfifílicas", cuyo comportamiento en fase acuosa "es también muy singular y no termina de ser entendido completamente", explica el profesor.

El estudio puramente experimental que se presentó ayer podría tener en el futuro un soporte teórico. Las observaciones obtenidas por Katerina indican que las anomalías estructurales de las anfililas en agua se deben a la tendencia que tienen estas moléculas a "agregarse", es decir, no se mezclan en agua de forma aleatoria sino que tienden a asociarse entre sí. Para llegar a esta conclusión, la doctoranda recurrió a medidas calorimétricas de alta precisión.