La trayectoria de Carmen Rodríguez fue fulgurante. Pasó de ser militante del PSOE en Entrimo a desembarcar en Ourense con la llegada al poder municipal de los socialistas en coalición con el BNG. Un bipartito del que formó parte, en un principio como edil no electa y posteriormente, cuando esa figura fue anulada por el Constitucional, a ser directora xeral de Personal, cargo que debió abandonar por la sentencia del TSXG que anuló su nombramiento por tratarse de un "enchufe" en toda regla. Por el camino, el exalcalde Francisco Rodríguez, imputado en la operación Pokémon por corrupción, que dejó de pertenecer al partido, la nombró digitalmente como secretaria de la agrupación local, con lo que se convertía en referente del denominado sector "paquista". Junto con el otro exregidor, Agustín Fernández, y las exediles, Marga Marttín y Áurea Soto, formón el núcleo duro de un gobierno socialista dividido. El resultado en la pasadas elecciones, de 11 a 6 ediles.
