El obispo de Ourense, Leonardo Lemos Montanet, presidió ayer la ceremonia de clausura del Año de la Vida Consagrada, mediante la celebración de una eucaristía en la catedral, a partir de las 20 horas, cantada por la Coral Polifónica de O Carballiño. Previamente, a las 6.45 horas, un grupo amplio de gente realizó un acto de meditación y de oración en la parroquia de Santa Eufemia. Luego los religiosos se dirigieron a la catedral de Ourense, para pasar por la Puerta Santa y ganar el jubileo. Y ya dentro de la basílica, desde las 19.30 a las 20 horas se desarrolló un acto de celebración, con testimonios de personas consagradas y cantos.
La diócesis de Ourense cuenta con unas 500 personas integradas en las órdenes religiosas, entre frailes, mojas e institutos seculares: unos 50 laicos que tienen votos de consagración. Mantienen unas cuarenta comunidades en la diócesis, pertenecientes a 28 congregaciones distintas. La gente también cuenta con 260 sacerdotes, que atienden más de 700 parroquias de la diócesis.
A modo de balance, el delegado episcopal de la vida consagrada, Jorge Juan Pérez Gallego, explica que este año ha servido para que se incorporaran tres nuevas vocaciones, con destino al monasterio de Oseira y a las Carmelitas.
Confía en que este número continúe aumentando, al menos durante un lustro, por los efectos del congreso, que también ha servido para "estrechar relaciones" entre los integrantes de las distintas órdenes religiosas, con el fin de que puedan incrementar la colaboración, además de reafirmar y consolidar las vocaciones existentes. También ha conseguido "mayor proximidad" entre los religiosos y el clero.
Una de las cosas que frena la incorporación de nuevos religiosos es que muchas de las congregaciones no tienen los centros de formación en la diócesis de Ourense, con la excepción de los Mercedarios de Verín y el monasterio de Oseira.
Entre los hitos del Año de la Vida Consagrada, Pérez Gallego destaca el congreso que se celebró en la iglesia de María Auxiliadora, con la asistencia del nuncio del Papa, Renzo Fratini.
La diócesis de Ourense cuenta con unos veinte santos, beatos o mártires, algunos de ellos pertenecientes a las órdenes de los Salesianos, Franciscanos, Paúles, Mercedarios, un Escolapio, una Hija de la Caridad y un Carmelita.
Los frutos que van a quedar en la diócesis de la celebración del Año de la Vida Consagrada, según Jorge Juan Pérez Gallego, son "mayor conocimiento, aprecio y colaboración entre los integrantes de todas las órdenes religiosas". Y anuncia que la delegación y la confederación de religiosos van a seguir trabajando, con su reunión anual de encuentros y de formación. "No se agota todo este año". Pero además, Pérez Gallego escucha las demandas que plantean miembros de las distintas comunidades de religiosos y coordina actuaciones.
