El "pachismo" ha perdido devotos a cada crisis del PSOE de Ourense. También en la Ejecutiva Provincial que controlaba. La división se escenificará el lunes en una reunión convocada para analizar los "escenarios políticos", entre otros puntos del orden del día, tras el comité federal de ayer, pero que se prevé acalorada por el supuesto "espionaje" por parte de dos integrantes de dicho órgano que, en la antesala del proceso de listas a las generales, se interesaron por los antecedentes de otro de los miembros. Fue el detonante para que críticos en los últimos tiempos con el rumbo del PSOE provincial sumaran una veintena de firmas pidiendo explicaciones y que se diriman responsabilidades orgánicas. El asunto se planteará en ruegos y preguntas.

Los desencuentros entre antiguos afines se suceden desde hace tiempo. No todos entendieron la postura de los 5 ediles de ese sector, críticos con el exalcalde Agustín Fernández, que se ausentaron del pleno de diciembre de 2013 para no votar contra la compatibilidad de un funcionario afín. La disidencia también se hizo visible en las primarias para candidato a la Alcaldía que enfrentaron al exsecretario xeral que controlaba esa facción del partido, y al actual portavoz en el Concello de Ourense, José Ángel Vázquez Barquero, próximo al sector de los "paquistas" (mayoría en la ejecutiva local). En el triunfo del segundo tuvo su peso el apoyo de la llamada "Tercera Vía", una corriente que acabó con la división tradicional en pachistas y pachistas para reivindicar una voz propia y cuyo líder, Javier Rey, terminó integrándose en puestos de salida en la lista de Barquero. El caso de supuesto "espionaje" a un rival interno -antiguo compañero del mismo bando- por parte de dos cargos de la Ejecutiva Provincial de sensibilidad "pachista" ha desatado una crisis que además plantea un pulso a la dirección ourensana. Los críticos son mayoría y ven necesario otro rumbo.

Ajenos a bandos se reivindican

A las disidencias en las diferentes corrientes se suma un buen número de cargos que reivindican una posición al margen de bandos y piden poner el foco en el electorado. La distancia apreciable de algunos con el núcleo resistente del "pachismo", capitaneado por los secretarios provincial y de Organización, Raúl Fernández y María Quintas, se materializará en forma de debate mañana. Como informó ayer FARO, 21 miembros de la Ejecutiva Provincial, la mayoría, ha firmado para que los investigados se expliquen, sin cuestionar la presunción de inocencia de la secretaria de Acción Electoral y candidata al Senado, Teresa Taboada, y otro miembro de la Ejecutiva, Enrique Camoeiras.

Ambos están investigados por un presunto delito de revelación de secretos. Una escucha en septiembre de 2015 captó cómo la primera pedía al segundo, agente de policía, que comprobara si era cierto que José Arcos -también de la Ejecutiva, distanciado del pachismo y que aspiró al Congreso para dimitir en el proceso final- había sido detenido en 2008 (fue juzgado y quedó absuelto).

"Con otras imputaciones o declaraciones públicas muy graves no se recogieron firmas", reprochan los contrarios a esta iniciativa. Este sector -once miembros declinaron el escrito, sin contar a dos que no estaban en Ourense cuando se presentó al escrito, ni a Arcos y su abogada, que se abstuvieron- también critica que un caso de resolución interna se haya filtrado a la prensa.

También manifestó sus reproches Teresa Taboada en su declaración ante el juez, la pasada semana. La aspirante al Senado -fue la más votada por la militancia pero sufrió el "cambiazo" de listas supuestamente ideado por Gómez Besteiro y algún destacado de los críticos- dijo que el propio instructor le había pedido "disculpas" por que el contenido del auto saliera supuestamente a la luz, en un perfil de Twitter, días antes de su notificación. La candidata al Senada ya ofreció su versión de los hechos a la prensa. Negó ningún intento de espionaje interno ni de "hacer daño" a José Arcos. Sostuvo que tras escuchar en una cafetería que el compañero había sido detenido en 2008 por una infracción vial, y temiendo que el PP pudiera utilizarlo en su contra en la campaña, contactó con Enrique Camoeiras, agente de Policía Nacional, por si podía comprobarlo. Su obligación, dijo, era asegurarse de que las listas fueran limpias.