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Vecinos de Palmés buscan el origen de la propiedad del monasterio de Naves

-Piden asesoramiento a los abogados de la Agrupación de Asociaciones de Vecinos Miño -Termalistas alertan de que "no deben correr a gorrazos" al primer inversor que llega

Capilla del monasterio de Santa Comba de Naves. // Iñaki Osorio

Los vecinos de Palmés buscan el origen de la propiedad de las ruinas del monasterio de Santa Comba de Naves, vendido por el Obispado al ejecutivo de prensa Román Blanco Reinosa, que tiene previsto abrir la capilla dedicada a San Benito al culto y en una segunda fase convertir el antiguo priorato dependiente de Celanova en un hotel turístico singular. Representantes de las asociaciones de vecinos y de mujeres rurales de la referida localidad ourensana han recurrido a la Agrupación de Asociaciones de Vecinos Miño para solicitar un informe de los abogados de este colectivo, con el fin de adoptar una postura y decidir sus actuaciones.

Lo que ha trascendido de momento sobre la propiedad es que el Obispado realizó la venta -por 75.000 euros, según los vecinos, incluyendo en la partida la parcela de 9.000 metros cuadrados del entorno del monasterio-, y el ecónomo de la diócesis brindó a los vecinos en una asamblea la posibilidad de hacer obras de mejora en la iglesia parroquial, como la reposición de la cubierta, entre otras alternativas. Al parecer, previamente le había ofrecido 3.000 euros a una familia de Gustei, el día 15 de diciembre de 2015, que dice tener derechos sobre el edificio -debe aportar documentos sobre la titularidad, que al parecer compartía con otro comprador en una subasta-, según declaraciones de uno de sus miembros, Artemio Iglesias Saco.

Pero existe un gran trasfondo político, que dificulta que los vecinos de Palmés puedan adoptar una decisión común. Por una parte se encuentra el portavoz del grupo de gobierno del Concello de Ourense, José Araújo (PP), que dice que se sumará a la decisión que tomen los vecinos; por otra, el exalcalde, Francisco Rodríguez (PSOE), originario de este mismo pueblo, y la presencia de un miembro del grupo socialista en la directiva de la asociación de vecinos, que al parecer propuso llevar a unos asesores a la asamblea celebrada con el ecónomo de la diócesis y el comprador, pero al final fueron en su lugar dos concejales del grupo socialista que nada tienen que ver con la zona. Por otra parte, también alcanzó mucha notoriedad un vecino vinculado con un partido nacionalista, cuyo padre tiene una parcela junto al monasterio, que curiosamente ahora se encuentra completamente limpia, tras el abandono de muchos años.

Dadas las circunstancias, las posturas y pareceres de los vecinos de Palmés son múltiples y dispares, incluso dentro de distintos miembros de una misma familia. Unos se interesan por conocer la cantidad que repercutirá en la parroquia, otros no quieren oír hablar de dinero y demandan que el monasterio tenga uso público, pero también ha surgido una tercera vía que se muestra de acuerdo con que se haga la inversión, al considerar que podría dinamizar la economía y el desarrollo de la zona. "Menos nos ha dado que permaneciera en ruinas durante cien años", lamentan, con la esperanza de que lleve "vida a la zona".

Por otra parte, personas vinculadas con los sectores de la hostelería y el termalismo piden a los vecinos, partidos políticos e instituciones que "no corran a gorrazos" al primer inversor que llega, con la intención de desarrollar un proyecto, en una ciudad que presenta un "enorme déficit hotelero", dentro de la denominada capital termal de Galicia, por lo que podría combinar perfectamente un spa, con la utilización de las termas, que se encuentran a cinco kilómetros por caminos forestales y senderos.

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