La celebración del Domingo Oleiro en Xinzo, la segunda gran cita con el entroido más largo del país, fue multitudinaria. Ayudada por unas temperaturas más propias de la primavera, la jornada congregó a centenares de personas que se sumaron al espectáculo del "xogo das olas", una de las tradiciones más arraigadas de este calendario. Los participantes hacen una rueda y se van lanzando "olas". El que no logra cogerla y la rompe está obligado a pagar una ronda de vino, aunque ahora esta sanción ya se suele pasar por alto. Beber es lo de menos porque la diversión está garantizada, incluso para el público, que sigue con atención la batalla. Los que reparten juego se encargan de introducir alguna sorpresa en la vasija, harina, confeti, agua, caramelos o lo que se les ocurra en el momento.

Los primeros en disfrutar de esta fiesta son los niños, que tienen sus propias rondas por la mañana. Ya por la tarde, empieza el juego de los adultos. Primero en la Praza Maior, a partir de las cinco de la tarde, donde se congregan centenares de personas, muchos ya disfrazados con trajes clásicos y originales, y después en la calle de los vinos y Praza de Oriente, por lo que ningún rincón del centro se quedó sin entroido. Como novedad este año, introducida por la comisión que por primera vez está integrada por vecinos, la música de animación corrió a cargo de foliadas, potenciando todavía más el carácter tradicional del Domingo Oleiro.

El presidente de dicha comisión, Ricardo Sieiro, está muy satisfecho por la participación de ayer, según él, la "más alta da historia". Considera un "acierto" el enfoque tradicional al sustituir la charanga por "o son da nosa terra" y la respuesta de la gente a la que se animó a disfrazarse con temática de los años 20 en Galicia y sus oficios. También se ha propuesto esta comisión hacer de la fiesta un entroido "e non un botellón" y asegura Sieiro que lo están consiguiendo.

Tras el éxito de ayer, Xinzo se prepara para la siguiente cita, el Domingo Corredoiro, que es muy especial porque se estrena la máscara tradicional de esta fiesta, la pantalla.