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La situación de los mayores

Más de 18.500 mayores viven solos en Ourense, dos mil de ellos amparados por la teleasistencia

La Diputación facilita de forma gratuita el pulsador a 1.664 personas en todos los ayuntamientos, excepto en la capital, donde el Concello atiende a 250 usuarios -O Carballiño y Ribadavia son los que más altas generan

La teleasistencia domiciliaria se ha convertido en un recurso muy demandado entre los mayores de 65 años que viven solos, un colectivo cada vez más amplio en esta provincia en la que el 14,1 por ciento de los hogares tienen esta estructura unipersonal. 18.550 viviendas están habitadas por personas que han superado la edad de jubilación y que se encuentran solas. En una provincia con una población de 313.504 habitantes, este colectivo representa el 6 por ciento del total, pero es relevante que el 28% de los hogares están formados por personas que superan los 65 años. Según los datos recogidos por el Instituto Galego de Estatística, IGE, 56.639 ourensanos residen en viviendas en las que todos sus miembros son mayores. De ahí que la teleasistencia domiciliaria y los servicios de ayuda en el hogar se hayan convertido en una de sus principales demandas.

El pulsador que les conecta de forma inmediata con los servicios sociosanitarios en caso de emergencia ofrece seguridad a este colectivo pero también confianza en una fase de la vejez anterior al grado de dependencia. En Ourense son cerca de dos mil los mayores de 65 años que reciben esta prestación gratuita que prestan tanto el Concello de la capital como la Diputación. En particular, 250 son usuarios en la ciudad de As Burgas y 1.664 en el resto de la provincia.

El jefe de servicio del área de Benestar de la institución provincial, José Juan Cerdeira, explica que todos los demandantes de este pulsador que cumplen los requisitos y cuentan con el informe favorable del trabajador social se incorporan al sistema. El presupuesto de la Diputación dedica cada año 400.000 euros a esta prestación, que en 2013 fue asumida íntegramente por el ente provincial después de que el Imserso suprimiese el convenio que hasta entonces desarrollaba con los propios ayuntamientos y el gobierno provincial. Actualmente, los 91 concellos de menos de 20.000 habitantes están cubiertos y a cierre de diciembre de 2015, eran 1.664 los vecinos mayores que contaban con este pulsador.

La cifra se ha incrementado ligeramente con respecto a 2014. En mayo de ese año se contabilizaban 1.550 usuarios en todos los ayuntamientos excepto la capital, pero según explica Cerdeira, durante todo el año se producen fluctuaciones en el número de altas y bajas, estas provocadas normalmente por fallecimiento o por cambio de domicilio. Disponer de este recurso, apunta, "le aporta a estas personas tranquilidad" y los beneficiarios se acostumbran a convivir con el colgante que les conecta con el exterior y que, en consecuencia, prolonga su autonomía.

"Se sienten amparados al saber que tienen recursos sociosanitarios a golpe de pulsar un botón". Tal es la seguridad que les proporciona que llegado el momento en el que, por su deterioro físico o psíquico, adquieren el grado de dependencia y su atención pasa a ser competencia de otra administración se aferran al pulsador. "Una vez adquirido, ese derecho no se pierde", aclara el responsable de Benestar de la Diputación.

Porque aunque el fin de este servicio es comunicar de forma inmediata situaciones de emergencia y pedir ayuda, cada mes se producen decenas de llamadas únicamente para saludar al personal del call center con el que enseguida se familiarizan. "Son personas que normalmente viven solas en un ámbito de elevado aislamiento; muchas veces las llamadas no responden a una necesidad urgente u objetiva, sino por sentir un respaldo", constata Cerdeira.

La "puerta de entrada" a este servicio, dirigido a personas mayores que viven solas, es el trabajador social. Este asistente, normalmente personal del ayuntamiento de referencia, es el primero en valorar la situación del posible usuario y emitir un informe que será trasladado al área de Benestar, en el caso de la Diputación. "Si la iniciativa la toma la persona, que aquí puede hacerlo por internet a cualquier hora del día de lunes a domingo, nosotros pediríamos ese informe al trabajador social", explica Cerdeira. La tramitación es ágil y lo habitual es que el demandante se incorpore al sistema al mes siguiente de solicitarlo.

Sin contar la capital, O Carballiño y Ribadavia son los concellos que más usuarios registran, con 132 y 162, respectivamente. Le siguen Verín, con 72; Barbadás, con 67; Carballeda de Avia, con 44; Maside, con 42; Celanova, con 41; y A Pobra de Trives, con 40.

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