La candidatura se desarrolla en cuatro actividades complementarias, con acciones específicas que se ejecutarán hasta el 31 de diciembre de 2019. La inversión global de todas ellas asciende a 7,5 millones de euros, con una aportación del 75% de fondos comunitarios.

Lo fundamental es estructurar y consolidar la marca Río Miño a través de un plan estratégico de marketing territorial. En primer lugar, se defenderá la candidatura del Estuario del Miño a paisaje cultural de la UNESCO, con promoción interna y externa.

La segunda actividad versará sobre la preservación e interpretación del patrimonio natural transfronterizo, mejorando su conocimiento recursos naturales y nuevos modelos de turismo verde. En tercer lugar figura la puesta en valor de los recursos económicos del río, incluida la pesca. Por último se pondrá en valor la red de rutas, con señalización e intervenciones.