"Acababa de intervenir, dando ideas sobre las necesidades sanitarias en su concello, levantó de nuevo la mano y pensamos que era para aclarar algo", pero se desplomó sobre su silla. "Fue un shock para todos".
Así relataba ayer uno de los alcaldes de la comarca de Verín que participaron en la reunión de presentación del nuevo equipo directivo de ese hospital comarcal, durante el cual falleció, a causa aparentemente de un infarto fulminante, Guillermo Lago, el alcalde de A Gudiña y uno de los regidores que participaban en el encuentro dando ideas para mejorar la atención sanitaria en sus concellos.
La inesperada muerte de Lago, de 71 años y regidor de esta localidad por el PP y con mayorías absolutas desde 1992, causó un hondo pensar tanto entre las filas populares como de oposición.
El edil de Asuntos Sociales de Verín y amigo personal de Lago fue uno de los primeros, en condición de médico, en actuar. Según testigos presenciales "ya la espera de que le haga la autopsia todo parece un fallo cardiaco irremediable pues al encontrarnos en pleno hospital la actuación fue inmediata, las labores de reanimación duraron casi una hora, pero lamentablemente no hubo nada que hacer; fue muy duro porque era una persona entrañable y amigo de todos, al margen de su ideología". Entre los asistentes a la reunión estaban entre otros alcaldes de concellos de toda la comarca, así como la nueva directiva del hospital y la gerente sanitaria Eloína Núñez.
El presidente del PP ourensano, Manuel Baltar, ha destacado que "Guillermo Lago tenía lo más difícil en política, el apoyo mayoritario, elección tras elección", y transmitió su pésame y el del partido a la familia del finado.
Todos los alcaldes de la comarca, el subdelegado del Gobierno y el alcalde de Ourense destacaron también la importante labor y el carácter "entrañable" del finado. Tras serle realizada la autopsia los restos mortales de Guillermo Lago estarán hoy en la capilla ardiente del tanatorio de A Gudiña, y la misa fúnebre será a las 5 de la tarde.
