Dos incendios en viviendas habitadas, registrados en la ciudad de Ourense ayer a la hora de comer, y en Cartelle el lunes, se saldaron sin las peores consecuencias gracias a la rápida intervención de particulares.

En la ciudad, un vecino oyó a una mujer gritar auxilio después de haber sufrido una caída al sorprenderse por un incendio declarado a las 14 horas en la carretera da Granxa. El testigo aseguró a la central de emergencias del 112 que el humo se podía ver desde la calle.

Hasta el lugar del suceso se desplazaron efectivos de los Bomberos de Ourense, agentes de la Policía Local y Nacional, así como miembros de Protección Civil. La mujer habría sufrido la caída al incendiarse la campana extractora de su cocina. Según la central que coordina las emergencias, la afectada fue atendida en su propio domicilio sin que fuera necesario su traslado al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO).

Mayor fue el alcance del incendio urbano que ocurrió el lunes en una vivienda de la localidad de Pereda, en el término municipal de Cartelle. El fuego de una chimenea prendió en el suelo de madera del salón. En ese momento en la casa se encontraba sola una mujer de 93 años de edad. Su hijo, que había salido a atender a los animales, reaccionó con rapidez al ver humo. Salvó a la nonagenaria de mayores consecuencias que unas heridas de segundo grado en un pie y en un brazo, así como una intoxicación por inhalación de humo.

El fuego causó daños en la casa. El suelo quedó calcinado en el lugar donde prendieron las brasas. El humo invadió la estancia y tiñó de negro muebles y paredes. Según las primeras hipótesis, el incendio comenzó por un accidente. La mujer tenía la intención de aplacar el fuego de la chimenea y supuestamente al remover las brasas, estas prendieron en el suelo de madera. Con problemas de movilidad, no podía hacer frente al fuego ella sola. Su hijo le salvó la vida.