Pocas veces unas fiesta organizadas con tan poco presupuesto revierte en tantos beneficios económicos para el pueblo. Ese es uno de los méritos de la Festa dos Fachós de Castro Caldelas, que además de recuperar y mantener viejas tradiciones hace que ese día los negocios del pueblo obtengan ganancias. Y este año incluye algunas novedades, como que por primera vez un grupo de jóvenes han tomado el relevo y aprendieron a elaborar los fachones de paja, y también por primera vez en más de 25 años se construyó un San Sebastián de paja que se quemó en la hoguera mientras que el de siempre fue una vez más indultado.
Pero la gran novedad de cada año es, según la alcaldesa de Castro Caldelas, Sara Inés Vega, que haya paja no mecanizada para seguir celebrando la fiesta, ya que es el elemento esencial, y que hay que empezar a sembrar un año antes.
Desde hace entre 25 y 30 años todos los años se indultaba a un San Sebastián de paja que fuera encargado a un artesano por una vecina del pueblo, Maria Teresa Cortón, secretaria de la Fundación Otero Pedraio y que ya falleció, y como cada vez escaseaba más la paja se le indultó desde entonces. Éste precedía la procesión y luego se guardaba en la casa de María.
Pero por primera vez un grupo de jóvenes hicieron un San Sebastián de paja a lo tradicional, pero esta vez para ser quemado.
La paja la siembran todos los años un par de familias del lugar, que alternan cada temporada en dos fincas, recogiéndose casi la misma cantidad todos los años, y si la cosecha es buena dura para tres años la paja.
La Festa dos Fachós de 2016 también contó con un gran fachón de nada menos 40 metros, más otros 500 de menor tamaño. Asimismo, la queimada estuvo presidida por un Druida vestido para la ocasión y que dijo el conjuro. Hubo alrededor de 4.000 chorizos hechos en Castro Caldelas con carne de cerdo local y ahumados con humo de "carballo", pan del lugar y vino Ribeira Sacra.
La fiesta la organiza el Concello con colaboración de trabajadores, vecinos, con un presupuesto aproximado de 6.000 euros, y cada año atrae a más visitantes, y según Vega se ha logrado que la gente joven se sienta parte de esta cultura y tradición, la viven como algo propio, y a mayores destaca que tiene un plus añadido para los productores de paja, de chorizos, de pan, vino, y para los hosteleros. Explica que es una "renta importante en una época que no coincide con vacaciones ni con fiestas importantes, es un plus añadido que hace de este día uno muy rentable".
Hubo una hoguera que en su base estaba hecha con troncos y raíces enteras de arboles secos que aunque llueve o nieve hoy aún hay brasa para asar lo que se quiera.
Así, las calles del pueblo de Castro Caldelas se iluminaron ayer con la procesión de dos San Sebastián de paja, el fachón gigante y los 500 más pequeños. El desfile partió del atrio del santuario de Os Remedios para cruzar por la Praza do Prado y recorrer así el casco viejo a un ritmo de música y luz de antorchas.
