Diez meses de investigaciones llegan al momento culmen este mediodía con la puesta a disposición de la justicia de los presuntos asesinos del párroco de Vilanova dos Infantes, Adolfo Enríquez. Para las 12 de la mañana se prevé la comparecencia en calidad de detenidos de Elvir F. y Arsen, tío y sobrino de nacionalidad croata, de 37 y 30 años, a los que la Guardia Civil detuvo el jueves por la noche como los presuntos responsables de la muerte violenta del religioso septuagenario, en un robo en la casa rectoral, en marzo de 2015, del que se llevaron la singular imagen de la Virxe do Cristal. Los dos individuos, que al parecer ya habían acudido alguna vez a pedir limosna al cura -al menos uno fue visto en Vilanova el día del crimen- se exponen a posibles cargos de asesinato y robo con violencia.

El cuerpo del religioso fue encontrado por unos familiares al día siguiente del atraco mortal. Estaba boca abajo en el interior de un pajar contiguo a la vivienda y que cerraron con llave. La rectoral, completamente revuelta. El fiscal y la magistrada del juzgado único de Celanova -que mantiene la causa bajo secreto sumarial- deberán decidir esta mañana si los dos detenidos van a prisión preventiva o quedan en libertad provisional mientras continúa la fase de investigación previa al juicio. La familia estará personada en el sumario y ejercerá la acusación particular. Tal y como señaló el portavoz, además de pedir justicia y el mayor castigo posible para "esas alimañas", el deseo es "mirarles a la cara y preguntar por qué".

Según las fuentes consultadas, los individuos, que cayeron casi simultáneamente que un pariente arrestado por 17 robos en casas de mayores del rural, se habrían acogido a su derecho a no declarar hasta ahora, aunque poco trasciende por las reservas del caso. Uno de ellos pasó varias horas en observación ayer, en el hospital de Ourense, por una supuesta crisis de ansiedad. Ingresó a mediodía en el CHUO y recibió el alta a las 6 de la tarde. Hay fuentes que aseguran que el otro detenido pidió ser atendido el viernes en un Punto de Atención Continuada (PAC) por situación similar.

La Guardia Civil conducirá esta mañana ante la juez a los presuntos autores del crimen del cura y el robo de la Virgen tras 3 noches de custodia. Los investigadores decidieron su reclusión en cuarteles separados. Uno de ellos ha estado encerrado en la Comandancia de Santa Mariña mientras que el otro permaneció detenido en el calabozo de Xinzo de Limia.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Ourense -el caso está en manos de un grupo de 5 agentes especializado en los delitos contra las personas- ha trabajado sin apenas descanso en el plazo máximo permitido de 72 horas de detención policial, antes de que la custodia pase a manos del juez.

Registros y análisis de escuchas

Aprovechando el margen legal disponible hasta esta mañana, estaba previsto que se llevaran a cabo entradas y registros en varias provincias, en busca de algún indicio físico que pudiera conectar a los sospechosos con el asesinato del religioso. También continúa el arduo trabajo de transcripción de las escuchas telefónicas, puesto que aunque los dos croatas sí saben hablar español, por teléfono se comunicaban en su idioma, indicani fuentes próximas al caso. Sigue sin aparecer la talla robada del siglo XVII de la Virxe do Cristal, símbolo de la localidad. Era custodiada por el religioso y por su pequeño tamaño, de apenas 5 centímetros, solía llevarla encima.

En el paso a disposición de judicial quedará clara cuál es la actitud de los detenidos ante los interrogatorios. La última reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que entró en vigor en diciembre, permite a los abogados entrevistarse con sus detenidos antes del interrogatorio policial, de modo que el profesional puede establecer la estrategia de defensa desde el primer momento. A los detenidos los asistió en un primer momento un letrado del turno de oficio, pero después decidieron designar a un abogado privado. Al menos en los primeros intentos de los agentes, los presuntos asesinos se acogieron a su derecho a no prestar declaración.