"Alimañas" es el término con el que siempre ha aludido a los asesinos del cura de Vilanova José Manuel Enríquez, sobrino de la víctima. El portavoz de la familia aún esperaba ayer una llamada oficial para confirmarle los arrestos, pero avanzaba el sentimiento de "alegría dentro de la tristeza" que producen los arrestos de los presuntos asesinos del religioso. "Nos alegra que esas alimañas vayan a ser puestas a disposición de la justicia y podamos mirarlos a la cara y preguntar por qué. Podemos cerrar una página, empezar el duelo", subrayó el pariente. Enríquez se deshace en elogios y agradecimientos a la Guardia Civil, la juez y el fiscal: "Ellos merecen la foto".