La situación de morosidad no tuvo coste alguno para las arcas municipales, al no haber ninguna reclamación de intereses de demora a la que tenían derecho los diferentes proveedores del Concello, como así lo señala la concejal de Hacienda.
Sobre esta cuestión, la explicación que da Fernández Morenza es que "no les compensa", debido a la cuantía económica de esas facturas, por no ser especialmente importante.
Y asegura que lo que quieren las empresas es "cobrar", sobre todo en estos momentos de crisis. Por lo que reitera la necesidad de cumplir con lo que establece la ley, sobre todo con los proveedores, y poder abonar lo antes posible las facturas que presenten.
En cuanto a lo que supondrían para las arcas municipales las reclamaciones de intereses, de haberse producido, Fernández Morenza dice que "no sería muy importante", debido a la propia cuantía de la factura, así como los días que se superaron en relación con lo que establece la ley de morosidad.
