El mercado inmobiliario en Ourense registró el pasado mes de noviembre el peor dato desde enero de 2007 con solo 72 viviendas vendidas en toda la provincia. Este mínimo contrasta con las 115 operaciones de octubre y las 114 de hace un año, mientras las previsiones para el cierre de diciembre y el enero en curso no son optimistas.
El sector prevé que las cifras se mantengan en el mismo umbral con una importante incidencia de la venta de vivienda usada frente a la nueva. De hecho, en noviembre solo se formalizaron 19 operaciones de inmuebles de nueva construcción frente a 53 de la denominada vivienda usada. El presidente del sector inmobiliario en Ourense, Benito Iglesias, señala que la recuperación de este mercado es "asimétrico" con respecto al resto de Galicia donde se aprecia una mejoría en 2015. En este sentido, apunta que esta provincia es la que menos stock de vivienda nueva tiene porque también es la que menos edificó durante los años del boom inmobiliario. "El mercado residencial de segunda vivienda fue superior en Pontevedra, A Coruña y costa de Lugo y aunque en Ourense también se construyó de forma excesiva el crecimiento no se corresponde con los porcentajes del resto porque la demanda de segunda residencia nosotros la buscamos fuera de esta provincia". Pero además, el portavoz del sector en Ourense atribuye este peor comportamiento del mercado respecto al resto de provincias gallegas a factores económicos, demográficos y sociales. "La renta per cápita es baja, el poder adquisitivo se ha mermado, se han reducido las operaciones de personas del rural que compraban en la capital para ellos o para sus hijos y todo esto, unido a que en Ourense sigue sin haber un PXOM aprobado, lastra la economía ourensana", apunta. Para Iglesias también es determinante la dificultad de acceder a un préstamo hipotecario así como el 15% de sobregasto que genera una inversión inmobiliaria en costes de tramitación e impuestos. "Un menor de 35 años no pude acometer este esfuerzo, no tiene prácticamente acceso", indica.
Mientras este mercado se encuentra en situación de "parálisis", el de Lugo con el que siempre se compara Ourense, "desde 2013 se muestra más dinámico", afirma.
