La situación de deterioro en que se encuentran muchas calles de la ciudad, sobre todo las peatonales y del casco histórico, está provocando numerosas reclamaciones patrimoniales por parte de los ciudadanos que han sufrido caídas. Un informe de la Concejalía de Infraestructuras viene a concretar que en los últimos meses se produjo un incremento, y eso que por parte del Concello se activó un plan para proceder a su reparación.
Sobre esta cuestión, en la junta de área de Infraestructuras, se explicó a los representantes de los grupos de la oposición que los técnicos municipales analizan las causas de esos accidentes, que en las mayoría de los casos se debe al importante deterioro que sufren las aceras, con losetas levantadas, en unos casos, y en otras rotas.
Pero también se advierte que la utilización de determinados líquidos para la limpieza de cristaleras de comercios, que luego se queda en las zonas de tránsito habitual de peatones, también pueden ser otras de las causas de las caídas. Lo que está claro, como se advierte desde la oposición, es que los propios ciudadanos presentaron quejas por el estado en que se encuentran muchas de las calles peatonales en las que el tráfico rodado es indiscriminado.
Prioridades
El concejal de Infraestructuras, José Araújo, en el momento de presentar en plan de choque, avanzó que el objetivo era "atender aquellas zonas más deterioradas", de ahí la necesidad de priorizar, y reconocer que la inversión fijada, de entorno a 200.000 euros era "insuficiente" para poder dar respuesta a todas las incidencias.
De esa forma, bajo la denominación "Mellorando Ourense", el Concello llevó a cabo un total de 30 actuaciones en diferentes calles de la ciudad. Todas relacionadas con la reparación del enlosado, plaquetas, bacheado y barandillas de protección, entre otros arreglos. Y a las que se sumaron los trabajos de saneamiento y abastecimiento.
La mayoría de las obras se realizaron en la zona antigua, como en las calles Lepanto, San Miguel, La Paz, Santo Domingo y San Francisco. Además del acondicionamiento y reparación del firme en la plaza de Abastos, las calles Peña Trevinca, Avilés de Taramancos, Paseo y la plaza del Corregidor; junto con las barandillas del paseo fluvial, así como en la explanada do Burgo en el núcleo rural de Palmés.
Un programa, el de Mellorando Ourense, que según anunció el edil de Infraestructuras está previsto que continúe durante el presente año, por entender que se trata de obras que "resultan imprescindibles y no se pueden demorar por condicionantes económicos y presupuestarios".
José Araújo, después de reconocer el mal estado en el que se encuentran muchas zonas de la ciudad, recalca la apuesta del gobierno municipal por acometer estas pequeñas obras antes de hablar de grandes proyectos. De ahí que los técnicos municipales realizasen además un recorrido por las calles de la capital para detectar los lugares en donde las actuaciones son más urgentes.
Un argumento que esgrimió el responsable de Infraestructuras para dar respuesta a las críticas vertidas por el portavoz del grupo socialista, Vázquez Barquero, que calificó el plan que se puso en marcha como una "chapuza", en alusión directa a cómo se habían realizado las obras en esas calles, además de considerar la inversión de 200.000 euros como un "despilfarro".
Araújo replicó a Barquero que "cuando llegamos al gobierno nos encontramos con esa situación", además lamentó que por parte del que fuese destacado miembro del anterior gobierno se cuestionase las obras y sus proyectos, que fueron realizados por "los mismos técnicos municipales que estaban en el Concello", para sentenciar que las reclamaciones patrimoniales de los ciudadanos "son una realidad".
