La postura que mantiene el principal grupo de la oposición en el Concello, Democracia Ourensana, es una apuesta por "cambiar" los hábitos que existen en lo que se refiere al pago del alquiler de locales de las asociaciones de vecinos. Así, Armando Ojea señala que deben ser "los propios socios los que asuman su coste", aunque como asociación puedan recibir ayudas puntuales por otros conceptos, pero "perfectamente justificados".

El objetivo no es otro que acabar con un sistema "viciado", ya que en el caso del pago de alquileres se detecta muchas picaresca, más allá de pagar "incluso por encima del precio de mercado", debido a que se llego dar el caso de que el presidente de la asociación era también el propietario del local que pagaba el Concello.

Lo que reconoce Ojea es que resulta muy difícil explicar a la ciudadanía este tipo de gastos, sobre todo "en la situación económica en la que nos encontramos", y que se debería destinar a otras actuaciones. Se trata, por lo tanto, de priorizar, sin que eso signifique "ir contra las asociaciones vecinales". Un mensaje para los que puedan entender la postura de DO como un "ataque" al movimiento vecinal.

En este sentido, son concluyente al señalar que las subvenciones "no son una obligación", y apoyar ayudas puntuales a propuestas y actividades "muy justificadas".