El alcalde de Boborás, Cipriano Caamaño, y su asesor jurídico, Javier Francisco, comparecieron ayer ante el Juzgado de O Carballiño donde se les practicó una prueba caligráfica, en la instrucción por un supuesto caso de falsificación documental, tráfico de influencias y delito contra la ordenación del territorio que se le imputan al regidor. Una vez más Caamaño asegura que "tengo la conciencia tranquila" y que está dispuesto a colaborar en aclarar un caso que "no tiene base ni fundamento, lo fuerte se basa en una fecha que ya dije desde un primer momento fue una equivocación, en vez de ser 1999 es 2009, pero que además la letra no es mía".

Al alcalde se le imputan estos supuestos delitos en relación con la documentación de la parcela del pueblo de A Almuzara, por certificar supuestamente la existencia en 1999 de una casa construida diez años después, y por lo que la Fiscalía cree que lo hizo con la intención de alterar la realidad jurídica y permitir la inclusión de la finca en el PXOM y así legalizar la vivienda.

Las investigaciones están en curso, y el regidor asegura que no cometió ninguna ilegalidad, más allá de "un error" en una fecha que ve "subsanable" y que no le produjo ningún beneficio sino al contrario, podría más bien perjudicar a la hora de dar la alta en catastro porque suponía más años a pagar.

Asegura que no servía para legalizar una vivienda, algo que solo se puede hacer con un proyecto visado por el colegio y con una licencia "que es lo que tiene mi casa. Se presentó el proyecto y se le concedió la licencia, y todo está legal por lo que la vivienda es inatacable". Espera que el proceso judicial quede al final "en nada".

Acusa a la oposición (MoveBoborás, PSOE y un particular, interpusieron la demanda) de manipular unos hechos para hacer ver que eso se hizo intencionadamente para legalizar una casa cuando ese documento solo sirve para darla de alta en el catastro.

Por su parte, Eva Pardo, edil de MoveBoborás, dice que ese documento fue hecho a mano y no tiene duda que es la letra del alcalde, y que tiene documentos firmados por él para comparar y aportarlos, pero en caso de que el perito caligráfico diga que no es, "se seguirá llamando a más gente que para nosotros está implicada". Dice que "tenemos pedidas varias pruebas" y que hay varias líneas de investigación.