Arrepentido y avergonzado por lo que había hecho, un joven de 32 años y vecino de Ourense sin antecedentes penales se presentó el jueves en la Comisaría de Policía identificándose como autor de un robo con fuerza. Acudió a primera hora de la mañana para confesar que robó 7.000 euros de la oficina en la que trabaja su madre y que se los gastó en clubs de alterne de Vigo y salas de juegos. Fue detenido por miembros de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la policía judicial y quedó en libertad tras pasar a disposición judicial.

El robo lo había denunciado tres días antes, el lunes 4, una de las socias de un despacho de abogados de la calle Habana de la capital. Según hizo constar, desaparecieron siete mil euros que estaban repartidos en varios sobres. Explicó la denunciante que en el negocio trabajan varios abogados que cobran de forma individual el porte de cada cliente, de ahí que la cantidad robada estuviese distribuida en varios sobres. Lo que no pudo precisar es el momento exacto en el que pudo cometerse el robo ni el modus operandi, ya que la oficina estaba en perfecto orden y no había ninguna puerta ni ventana forzadas.

La investigación se centró inicialmente en los propios empleados del negocio y se le tomó declaración a todos ellos. Del interrogatorio se desprendió que a una de las socias le faltaba la llave por lo que las pesquisas siguieron por esta línea, cerrándose el cerco en el entorno de los socios.

Ya el jueves, a las 8 horas, el hijo de una de las socias se personó voluntariamente en la Comisaría confesando estar "muy arrepentido y avergonzado de haber robado el dinero de las oficinas de su madre", según relató la Policía Nacional, a quien el detenido también reconoció que se había gastado el dinero en clubs de alterne de Vigo y salas de juegos. El hecho de haber utilizado la llave de su madre se recoge en el Código Penal como llave falsa por lo que fue detenido como presunto responsable de un robo con fuerza.