El 76% (212 masas de agua) de las 279 masas de agua superficial que existen en la demarcación del Miño- Sil "están en buen estado", a pesar de que el organismo de cuenca ha detectado "importantes afecciones de carácter hidromorfológico y de contaminación que es necesario ir reduciendo".

El presidente explica que se trata de afecciones relacionadas con el uso del agua (principalmente del uso hidroeléctrico, con grandes variaciones de caudal -76 grandes presas-, efecto barrera, problemas para la implantación de los caudales ecológicos y regadío), contaminación difusa (agricultura y ganadería) y por la actividad minera extractiva, alteraciones hidromorfológicas debido a la ya mencionada actividad minera, gran número de barreras en los ríos (grandes presas de uso hidroeléctrico, 43 grandes centrales y 45 minicentrales, 3.372 azudes de hasta 10 metros de altura o bien por presiones de encauzamientos.

Existe también una gran dispersión poblacional (más de 11.700 núcleos de población, el 55% de la población reside en 15 municipios, el resto en 185), lo que provoca un número excesivo de extracciones de agua y una depuración de aguas residuales insuficiente.

El estudio realizado para la aprobación del Plan de Cuenca de la CHMS revela que todas las masas de agua subterráneas "poseen un estado cuantitativo bueno".