El Concello de Ourense ejercerá un mayor control sobre la proliferación de cartelería ilegal en la ciudad a través de labores de inspección y sanción a las entidades y empresas que vulneren la normativa municipal con sus anuncios publicitarios. En 2016 se pone como objetivo fundamental en materia de refuerzo de la limpieza y puesta en valor de la ciudad poner coto a esta práctica irregular que afecta al patrimonio monumental de los diferentes barrios, afeando fachadas de edificios, mobiliario urbano y zonas de espacios públicos.

Con esta finalidad, el grupo de gobierno encargó al Departamento de Disciplina Urbanística que active un plan de inspecciones en los diferentes barrios de la ciudad, destinadas a detectar estas prácticas ilegales e iniciar los correspondientes expedientes sancionadores, según la vigente ordenanza municipal en la materia. La competencia para la sanción de estas prácticas corresponde al Servicio de Disciplina, según lo dispuesto en el articulo 31 de dicha normativa.

Precisamente, estos días fue completado el primero de los informes de inspección, en el que ya se contabilizan 25 casos de incumplimiento de la ordenanza municipal. Entre ellos destacan actividades organizadas por salas de conciertos, fiestas de Fin de Año, obras de teatro, actividades de Congresos y exposiciones en Santiago de Compostela, servicios y actividades organizados por un centro de naturopatía, agencias de viajes, actividades deportivas y una manifestación. También actividades culturales en las que participa o colabora el propio Concello, por lo que también se abrirá expediente para evitar que estos casos se repitan.

Las infracciones de este primer informe se detectaron en diferentes barrios. En fachadas de edificios en la Avenida de Bos Aires, Avenida de Zamora, rúas Francisco de Moure, Coruña, Lúa, Pena Corneira, San Francisco, y en un poste telefónico en la rúa Castelao. Solo en la rúa Lúa, en el casco viejo, se detectaron cinco carteles ilegales, cuatro en la Avenida de Bos Aires y otros tantos en la de Zamora.

La normativa cuenta con un apartado sancionador que prevé multas según el daño producido, comenzando con 300 euros por infracción leve. A estas primeras actas seguirán nuevas inspecciones por las diferentes calles. No obstante, el Concello estudia la posibilidad de determinar puntos informativos en la calle donde se puedan poner elementos divulgativos en lugares muy concretos de la ciudad sin causar perjudicio.