La aprobación de un nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Ourense es una prioridad para el actual gobierno municipal, de ahí que el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, en función de como se desarrollan los acontecimientos, considere que debería estar resuelto en el segundo semestre del año. "Sería muy bueno para la ciudad", sentencia, en alusión a que a día de hoy está en vigor el de 1998, después de la caída del aprobado en 2003 por sentencia del Tribunal Supremo.

Además, Cudeiro advierte sobre la situación en la que se encuentra la ordenación urbanística provisional, que contempla la actuación en una treintena de ámbitos, pendiente de la resolución del Tribunal Constitucional. Cuestiones estas que están sobre la mesa de la comisión de seguimiento del proyecto de PXOM aprobado inicialmente a finales del pasado mandato.

Lo que descarta el responsable del área de Urbanismo es que se lleve a cabo una nueva exposición pública, salvo que los informes de los técnicos y jurídicos digan lo contrario. Por el momento, la intención que tiene el gobierno es "no ir a esa nueva exposición", aunque el grupo de Ourense en Común es partidario, por lo que llevó una iniciativa al pleno en esa línea que fue rechazada por el resto de grupos.

Sostiene Cudeiro que "cada exposición pública es un riesgo", sobre todo en lo que se refiere a cuestiones de procedimiento, ya que se debe retomar de nuevo con la elaboración de informes de las diferentes administraciones y organismo, con el riesgo de que "pueda faltar alguno", y citó lo que aconteció con el plan de 2003, y más reciente con el planeamiento de Vigo.

De ahí la relevancia que tiene la "seguridad jurídica" que debe tener el proyecto de ordenación urbanística que finalmente se apruebe. Una cuestión sobre la que Cudeiro es de lo más explícito: "Tenemos que curarnos en salud, después de lo que sucedió aquí y en otros concellos".

Dos "graves" problemas

Por otra parte, también se debe hacer frente a dos cuestiones, que son consideradas como "graves" problemas, como sucede con la situación de la plaza de San Antonio, que derivó en el procesamiento de la anterior responsable de Urbanismo, Áurea Soto, pendiente de sentencia por prevaricación continuada, y la orden de derribo por sentencia judicial de un edificio en Marcelo Macías.

Las soluciones deben incluirse en el nuevo planeamiento urbanístico. Es por eso que el gobierno municipal decidió encargar un informe externo a un reconocido catedrático en Derecho Administrativo, que le fue entregado a los representantes de los grupos municipales en la comisión de seguimiento del PXOM, además de acudir el propio catedrático a explicar el contenido del mismo e intentar resolver aquellas cuestiones que le fueron planteadas, tanto por los políticos como por los técnicos municipales y los miembros del equipo redactor.

Como respuesta a las críticas recibidas por parte de Democracia Ourensana y del grupo socialista -sobre todo por el encargo del informe y su coste, entorno a los 20.000 euros-, Cudeiro emplazó a que "si tienen otra solución mejor, que nos la digan, la recogemos y se estudia", pero por lo de pronto entiende que la mejor es la que se plasma en el informe.

Así, en el caso del edificio de Marcelo Macías, que se edificó en suelo urbano consolidado, que ya no se puede cambiar, la sentencia de derribo se produce después de la anulación del plan de 2003. La solución pasa por recoger tal y como esta en el nuevo plan, pero incluyendo los terrenos que están en la parte trasera del inmueble, cuyos titulares fueron los que recurrieron, con el mismo nivel de edificabilidad del edificio que se pretende legalizar.

En cuanto a la plaza de San Antonio, Cudeiro asegura que "se llevó muy mal" todo el asunto, y prueba de ello es que acabó con la imputación de la exedil de Urbanismo y el abogado que intervino en el proceso, ya que lejos de darle una solución, la cuestión sigue en la misma o en peor situación.

Con la legislación vigente, la solución que se plantea en el informe es la figura de un "complejo inmobiliario", que se deberá recoger en el nuevo PXOM, pero como una ordenación específica, debido a su "complejidad".

Así, en el nuevo planeamiento se recogerá la titularidad pública de la plaza, pero contemplando el uso privativo en el subsuelo, en donde se encuentra ubicado un aparcamiento subterráneo explotado por una empresa, así como garajes que adquirieron en su momento particulares.

Aún advirtiendo de que se trata de una "gestión compleja", que llevará consigo una negociación con estos particulares para dar una solución a esas plazas que están dentro del parking privado, lo que tiene claro el concejal de Urbanismo, es que el aparcamiento subterráneo pasará a ser de titularidad municipal, como así lo ponen de manifiesto las sentencias judiciales y los informes de los técnicos de Concello, con lo que se debe proceder a sacar a concurso su explotación en régimen de concesión, como sucede en los otros que existen en la ciudad.