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Ourense 2005-2015, la lenta agonía del ladrillo

El sector de la construcción cae de los casi 2.900 edificios de nueva planta construidos en la provincia hace diez años a los 157 de 2014, la mayoría para uso como vivienda

Una de las escasas grúas que se ven en el mapa urbano de Ourense. // Iñaki Osorio

Ourense sigue en caída libre en cuanto a número de edificaciones se refiere, con unas coordenadas fluctuantes en el último decenio, que pasaron de las casi 2.800 edificaciones de nueva planta en el año 2005 a los 157 en el pasado año 2014, según el último balance que acaba de presentar Estadística.

La anulación por sentencia del Plan de Urbanismo de Ourense en marzo de 2011 ha tenido también una clara influencia, pues la caída de nuevas edificaciones se agudizó a partir de 2012, ante un contexto de inseguridad jurídica, que todavía persiste.

La ya bautizada como la "agonía del ladrillo", que ha dejado en el camino a decenas de pequeñas y medianas empresas de la construcción se traduce en que 120 de esos 157 edificios construidos en 2014 fueron de uso residencial, mientras despegan en ese mismo periodo las rehabilitaciones de vivienda, como salida también al parón de licencias, con un total de 193 edificios rehabilitados en el pasado año.

Las coordenadas del último decenio 2005-2015, dibujarían una auténtica montaña rusa en la construcción ourensana. Esta provincia, que ha visto como en 2014 no se construyó una sola vivienda en 43 de sus 95 municipios, ha empezado a experimentar esa brutal caída edificatoria a partir de 2009.

Los datos muestran sin embargo una "edad de oro" para las constructoras, cuyo apogeo se dio n 2006, con un total de 3.382 edificaciones de nueva planta en la provincia. De ese pico histórico de edificaciones construidas, casi la totalidad fueron para edificios residenciales destinados a viviendas familiares. En ese año 2006, tocó techo también la edificación de viviendas unifamiliares, con más de medio millar construidas en la provincia en solo doce meses. Los bancos habían fijado intereses bancarios bajo mínimos y subían al mismo ritmo la firma d hipotecas.

En 2007 y 2008 la provincia de Ourense mantenía su alegría urbanística, pero ya con una ligera caída, pues se solicitaron licencias para 3.176 y 2.531 vivienda respectivamente. Los bancos empezaron a cerrar la espita, y los datos reflejan esa desaceleración económica , que empezó a borrar las grúas del paisaje urbano. Así, en 2009, hubo solo 752 edifaciones de nueva planta, casi cinco veces menos en la época dorada, de las cuales 746 fueron para edificios destinados a viviendas familiares, mientras se firmaban solo 178 nuevas viviendas unifamiliares construidas en el el rural del Ourense y de los municipios de la provincia.

Los años negros

El año "negro" empezó en 2010 con 382 edificaciones de nueva planta, y tras un pequeño remonte hasta los 934 edificios construidos en 2011, y ya con una parque de viviendas que en esos años era muy superior que la demanda, llegó 2012,. en el que la caída fue de del mil por cien al bajar a los 159 nuevas edificaciones.

No fueron solo los años duros de la crisis económica los que propiciaron esta caída edificatoria en la provincia de Ourense, sino la propia anulación por sentencia en el año 201, del plan de urbanismo que estaba en vigor desde 2003. De hecho la anulación se produjo en marzo de 2011 y figuran licencias para edificaciones de 934 viviendas ese mismo año. Sin embargo un año después, en 2012, con un contexto de total incertidumbre y sin PXOM aprobado, situación que continúa hasta hoy en día, el número de nuevas edificaciones bajó hasta las 159 edificaciones, todas ellas para uso residencial, y de las que curiosamente 143 fueron para vivienda unifamiliares, muchas de ellas en municipios del rural.

A esos concellos a los que no había llegado el zarpazo legal de un municipio como el de Ourense, con un PXOM anulado, y sostenido solo por una ordenación urbanística provisional, que amparaba y ampara una treintena de proyectos. de ellos la mitad son obras de interés público y el resto de promoción privada Estas últimas obras fueron las que provocaron que esas ordenación urbanística provisional esté también en la picota pendiente de nueve recursos que piden su anulación.

De hecho y como prueba de las incertidumbre, ni siquiera esos quince promotores privados cuyos proyectos estaban amparados por esa ordenación urbanística provisional que les permite construir aunque no haya un PXOM aprobado, se han atrevido a hacerlo.

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