La ganadería trata de resistir en las zonas de montaña de Ourense la crisis que en solo una década ha llevado al cierre en la provincia más de 50.000 explotaciones de toda clase (66.000 había en 1999, son 15.700 las últimas contabilizadas por el Instituto Galego de Estatística; avícolas más de un tercio). A la falta de relevo generacional, los costes de producción y el sacrificio de un trabajo sin festivos se añade la propia presión del territorio. En la montaña de Ourense y de Lugo campa la mayoría de las 90 manadas de Lobo localizadas en Galicia. La Xunta contabiliza este año un centenar de avisos por posibles ataques de este mamífero salvaje, sobre un total de 618 en toda la comunidad, según datos de la consellería de Medio Ambiente.

Montederramo y Maceda, en el Macizo Central ourensano, son dos de los ocho concellos de Galicia que concentran buena parte de los casos registrados en el último trienio, entre 2013 y este diciembre. Sin embargo no figuran en la relación de otros 15 ayuntamientos de la provincia catalogados como Zona 1 (Avión, Baltar, Bande, Beariz, Os Blancos, A Bola, Calvos de Randín, Cualedro, Entrimo, Lobeira, Lobios, Melón, Muíños, Rairiz de Veiga y Vilar de Santos). En estos espacios, pueden incrementarse hasta un 30% las cuantías de la línea de ayudas, que fue publicada ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOG) y presentada en Ourense por la directora xeral de Conservación da Natureza, Ana María Díaz.

La dotación para compensar a los ganaderos con las pérdidas de sus animales se ha triplicado. La Xunta dota 360.000 euros, ya que reconoce que hay pagos reconocidos que aún no ha se han asumido, incluso del año 2014. "Todas las deudas se van a pagar de forma inmediata y agilizaremos las nuevas solicitudes", dijo la directora xeral. Si el presupuesto no cubriera todas las solicitudes aprobadas, podría ampliarse el crédito.

La orden entra en vigor hoy. Las ayudas a los ganaderos varían según la especie muerta en las fauces del lobo, cuya acción habrá que acreditar. Las subvenciones se establecen según un baremo que tiene en cuenta la especie y la edad. Oscilan entre los 26 euros de un ovino adulto de más de 6 años a los 1.635 euros de un ejemplar de vacuno de raza autóctona, de entre 2 y 6 años. El periodo de vigencia de esta convocatoria se extiende hasta el 30 de septiembre de 2016.

Los ataques deben ser comunicados a técnicos de la consellería de Medio Ambiente. Todas las propuestas son analizadas y resueltas por una comisión provincial. Las compensaciones a los ganaderos están contempladas en el Plan de Xestión do Lobo, que data del año 2008. Fuentes autonómicas ya reconocen que el catálogo de Zona 1 tendrá que ser revisado. Además de la línea de ayudas, el plan contempla el fomento de medidas de prevención por parte de los ganaderos, así como la promoción de la investigación y el estudio del asentamiento de la especie canis lupus en Galicia.

En palabras de la directora xeral de Conservación da Natureza, la presencia del lobo "es un exponente de biodiversidad y un elemento de equilibrio biológico". El problema es que, sin un depredador natural, por falta de alimentación en su hábitat y por la ocupación humana del territorio, estos mamíferos acaban acercándose a localidades para buscar sustento. El plan establece que si los daños de los lobos a animales son reiterados y cuantiosos daños cabe la posibilidad de hacer batidas selectivas. Es una posibilidad muy extraordinaria, al tratarse de una especie protegida.