La política municipal vive reñida con la ley en Rairiz de Veiga, un concello del interior ourensano de unos 1.500 vecinos. Tras la inhabilitación por prevaricar del que fue alcalde durante 16 años, la secretaria-interventora ha determinado que su sucesora, Josefa Asunción Morgade, tomó posesión en un pleno que "no cumplió con la legalidad exigida y, por lo tanto, no fue ajustado a derecho". La sesión de investidura del 15 de diciembre quedaría anulada, siendo necesaria una nueva tramitación para consumar el relevo de poder. El PSOE entiende, además, que la munícipe pudo incurrir en responsabilidades judiciales. La funcionaria informó el día antes de cómo debía celebrarse el pleno pero la sesión, convocada por Morgade, omitió varios requisitos normativos. Los socialistas, única acusación en la causa que derrocó al antecesor, amenazan con ir a la Fiscalía si ven indicios de delito. En el pleno de la discordia Morgade hizo un llamamiento a la "normalidad y tranquilidad". Ni la Navidad da una tregua.

En aquella sesión extraordinaria dos concejales críticos del PP, Manuel Ferreiro y José Antonio Fernández, votaron en contra de su compañera, primera teniente de alcalde, al ver su nombramiento como una decisión "a dedo", sin consensuar, por parte de Xaquín Rodríguez Ambrosio, inhabilitado por contratos ilegales de personal y obras en su primera etapa en el BNG.

Los dos populares y los dos representantes del PSOE pidieron que la secretaria-interventora informara sobre la legalidad del pleno. Subrayaban, por ejemplo, que aún no había podido tomar posesión el número 8 de la lista del PP, representante al que correspondía entrar en la corporación tras la salida del exalcalde.

La secretaria plasma el informe por decisión propia, puesto que la solicitud de los cuatro representantes se produjo sin la antelación suficiente que marca la normativa. La funcionaria realiza el escrito "teniendo en cuenta el desarrollo de la sesión plenaria, en la que fue solicitada la intervención varias veces pero fue denegada por la ahora alcaldesa".

Debió presidir otro concejal

El escrito ratifica el que presentó por registro el día antes de la investidura y que reflejaba los pasos legales a seguir tras la renuncia del exalcalde, un adiós al cargo y al acta formalizado el 9 de diciembre. Antes de la investidura de un sucesor, la corporación tenía que "tomar conocimiento" de la marcha de Rodríguez Ambrosio "en el plazo de los diez días siguientes al de la presentación de la renuncia por escrito", tal y como marca la ley. Cumplido ese formalismo es cuando correspondía celebrar un acto de investidura en un pleno extraordinario, también en un plazo de diez días. Han de ser, por tanto, dos sesiones separadas. El mismo día en que técnico informó por registro sobre el procedimiento a seguir, la nueva regidora -aún entonces, primera teniente de alcalde- dictó un decreto convocando un pleno extraordinario y urgente para, en el mismo acto, tomar en conocimiento la renuncia del exalcalde y elegir sucesor.

El pleno ilegal de 15 de diciembre tenía que haber sido presidido por el concejal de mayor edad en el punto relativo a la elección del nuevo presidente local. Sin embargo ese papel lo desempeñó la sucesora. Según la secretaria-interventora -cuyos reparos fueron decisivos para la condena al exregidor-, también se debió cubrir antes la incorporación del edil entrante, que aún no había recibido el acta. Dice el informe que se "debió esperar a que el nuevo concejal presentara su credencial, pudiéndose elegir nuevo alcalde en la misma sesión en la que el susodicho concejal tomara posesión de su cargo".

Afiliada hace días al PP

Asunción Morgade, que había concurrido de número 2 de la lista del PP en las últimas elecciones municipales, recogió el bastón de mando sin tener aún el carné del partido. Esta misma semana, el PP de Ourense hizo pública su incorporación. Avalaron su alta el presidente provincial, José Manuel Baltar, y el diputado electo Miguel Ángel Viso, número 1 de la lista provincial el 20-D. Es la regidora más joven de España. Ayer no respondió a las múltiples llamadas de FARO para conocer su versión.