El día de Navidad amaneció ayer en la parroquia de Dacón de forma diferente al resto. En esta aldea de Maside, desde hace 28 años los vecinos organizan un Belén viviente en el que participan con entusiasmo decenas de vecinos. Con semanas de antelación preparan el guión, los oficios y el vestuario, y al despuntar el día se visten para salir a escena.

Ayer acompañó el tiempo y fueron muchos los que se acercaron a la iglesia parroquial de Dacón para asistir a la representación. Este es el escenario del Nacimiento desde que un temporal en 2013 destrozó su emplazamiento tradicional en la carballeira de A Garrida.

La tradición nació en 1987 y ya es una fiesta arraigada en Dacón. Ayer, unos 60 vecinos se sumaron a la celebración interpretando a los diferentes personajes, desde los pastores que acuden a ofrecer regalos al recién nacido hasta los oficios artesanos. Lo más comentado este año fue precisamente el hecho de que el niño Jesús que nació en el portal no era niño sino niña. Se llama Tania y tiene 10 meses. Su madre Vanesa explicó que siempre participa en esta escenificación y este año, como madre biológica del bebé más pequeño de Dacón, interpretó el papel de Madre de Dios.

El Nacimiento comenzó a las 12 horas. María y José llegaron a Belén pidiendo posada pero se vieron obligados a instalarse en un viejo pesebre donde tiene lugar el alumbramiento del niño, en este caso, niña.

Antes de la llegada de los Reyes Magos con sus pajes siguiendo la estrella de Oriente, se suceden los diferentes episodios entre los que se incluye el pasaje del Rey Herodes y la presencia de los imponentes romanos encargados de custodiar el castillo.

Este Belén Viviente se celebra en Dacón desde 1987. Es, de hecho, el más antiguo de los que se desarrollan en Galicia.