Contrariamente a lo que sostienen algunos expertos del termalismo, que consideran que la declaración que impulsó el gobierno bipartito de la Xunta para convertir a Ourense en la "Capital Termal de Galicia" se ha quedado en poco más que una declaración de intenciones, porque ha faltado subir el "segundo peldaño" para llenarla de contenido, el grupo de gobierno municipal del PP realiza una valoración "muy positiva" de los logros alcanzados. "Aunque parezca poco lo que se hizo hasta ahora -las bases las puso el gobierno popular de Manuel Cabezas, con las primeras charcas al aire libre-, "está dando grandes frutos, en lo que es el día a día de la ciudad", por la gran cantidad de visitas que recibe a lo largo del año, para disfrutar de las instalaciones termales que hay en la margen derecha del río Miño y la piscina de As Burgas, indica el portavoz del grupo de gobierno, José Araújo.

Las pozas de agua caliente que hay en la ribera del Miño -de uso gratuito- y la piscina de As Burgas, en el corazón de la ciudad, "genera una imagen completamente diferenciadora de esta ciudad", destaca Araújo, en su condición de usuario de las instalaciones, por lo que "convivo a diario con mucha gente que nos visita de fuera, no solo de las provincias limítrofes, sino también del resto del Estado y de Portugal".

Pero advierte que para mantener la buena acogida que están teniendo las instalaciones termales de A Chavasqueira -tanto en la parte pública, como en la de gestión privada-, O Muíño da Veiga y Outariz -también con charcas públicas y de gestión privada-, "requiere una inversión importante", para que los espacios permanezcan limpios y bien iluminados, además de "mantener a punto el sistema de enfriamiento de las aguas", que brotan a una temperatura muy elevada.

A pesar de que las termas requieren una inversión muy elevada, de un mínimo de 300.000 euros al año para reparar los daños que sufren las instalaciones debido a las crecidas del cauce del río Miño -por lo que se ha barajado la posibilidad de trasladarlas a un nivel más elevado, a donde se llevaría el agua mediante bombeo-, el gobierno local considera que "hay espacios naturales, que tienen que seguir siendo naturales". En ese sentido, José Araújo indica: "No puedes ir a una ciudad con mar, y proponer trasladar la playa a un nivel más elevado para que no se deshaga".

Y pone como ejemplo a Vigo, donde "se deshace Samil cada invierno, y se reconstruye en verano".

José Araújo explica que el gobierno local está trabajando para desarrollar "un proyecto termal muy ambicioso", que propiciará la construcción de los primeros balnearios de la ciudad. Pero es consciente de que "antes hay que desbloquear las actuaciones del solar de Xardín das Burgas y de la antigua cárcel, el desarrollo de la zona del campo de la feria y el bulevar termal.