O Carballiño, cuna de deportistas, escultores, y otros profesionales entre los que destaca Manuel Gallego, arquitecto, al que la Fundación Barrié presenta en su sede de A Coruña la primera retrospectiva sobre su obra, que exhibirá hasta el mes de abril.

La muestra es una producción propia de la Fundación en colaboración con el estudio de este ilsutre carballiñés y es la primera exposición retrospectiva del arquitecto gallego, Premio Nacional de Arquitectura en 1997. Aborda 22 de sus proyectos, organizados a través de dos grandes apartados temáticos como son la "Arquitectura de la vivienda" y la "Arquitectura de los espacios de uso colectivos".Se compone de 16 maquetas, 24 planos de gran formato, más de 400 fotos y dos vídeos sobre el autor: "Polo territorio da arquitectura con Manuel Gallego" (TVG, 2006) y "Maestros de la Arquitectura" (Fundación Arquía, 2015).

Comisariada por el propio autor y diseñada por el arquitecto y fotógrafo Pablo G. Picard, la exposición propone crear un hilo argumental que permita desarrollar un discurso que facilite y provoque miradas diversas sobre la arquitectura, aproximándose así a su complejidad.

Incluye las obras más representativas del autor, como son la vivienda unifamiliar de Corrubedo (1970) o en O Carballo (1979), los premiados Museo de Bellas Artes de A Coruña (1997) y Museo de las Peregrinaciones de Santiago (2012), o los igualmente conocidos Complejo Presidencial de Galicia (2002) y Centro Cultural y Concello de A Illa de Arousa (2005-2008). Y otros proyectos menos conocidos pero igualmente brillantes como la Lonja de Lira (2008), el Centro Cultural en Ourense (2009) o el Museo del Papel de O Carballiño (2004).

Ésta última fue una importante fábrica de papel de mediados del siglo XIX, que se cree se pudo construir hacia el año 1836, por obra del arquitecto Juan Cendón, quién también diseñó la fábrica de Lousado, pero en los años 40 de ese mismo siglo se produjo un incendio que llevó a la ruina a sus propietarios. Y a finales de la primera década del siglo XXI se realizó una restauración del conjunto por Gallego para convertirlo en museo de la elaboración de papel.