Tras desdecir la versión de su propio cliente y negar que el cuchillo que se creía fuera el arma del crimen de 2013, la defensa del homicida confeso del farmacéutico Tomás Milia ha puesto en marcha otra estrategia para intentar dar un vuelco a la causa, planteando una nulidad de actuaciones, cambio de competencia en el juicio e incluso vistas diferentes según los cargos. La Fiscalía y las otras dos acusaciones -el hermano y el viudo- darán su parecer. El abogado pretende que el acto del crimen se enjuicie con un tribunal del jurado, ya que entiende que no procede que la Audiencia encause al rumano Alexandru Marius Luca por la variedad de delitos que se le atribuyen: homicidio o asesinato, robo con violencia, atentado a agentes de la autoridad e incendio. Un delito, este último, cuya gravedad dependerá de un informe de los bomberos a instancias del fiscal.

El presunto autor -que reconoció los hechos a la Policía, según la versión de esta- se encuentra preso desde octubre de 2013 por acuchillar presuntamente al septuagenario después de una discusión económica relativa al pago de una relación sexual. La defensa defiende que, con las pruebas de la investigación, "no se atisba la comisión de un asesinato ni la finalidad de cometerlo" con finalidad de robar, sino que "nos encontramos en presencia de un homicidio inicial, un hurto posterior y un incendio para destruir pruebas".

En su día, la Fiscalía pidió que el caso se enjuiciara por tribunal popular pero la Audiencia Provincial dictaminó que correspondía un tribunal profesional, ante delitos conexos. El abogado manifiesta a estas alturas que "después de una meditada y tranquila reflexión nos parece que tiene razón". Para la defensa deber actuar un tribunal ciudadano al ser de su competencia el delito de homicidio.

Pero al joven rumano se le atribuyen más cargos que agravarán sensiblemente la condena si la justicia ve pruebas. A este respecto, la defensa propone en su último escrito que "para evitar que el enjuiciamiento conjunto de varios delitos pueda dificultar la tarea de los jurados", conviene juzgar por separado de los delitos. "Si es posible el enjuiciamiento por separado, el jurado debiera enjuiciar el homicidio y la jurisdicción ordinaria los otros tres delitos". Y si la Audiencia Provincial entiende que no procede encausar al autor en soluciones separadas, el abogado apunta que el tribunal ciudadano podría pronunciarse a la vez sobre los delitos de homicidio y el de incendio. Los de robo y atentado, en todo caso y según su criterio, deberían ser evaluados por un juez de lo Penal.

Hace unos días, el letrado cuestionó que el cuchillo que está considerado como el arma del homicidio lo sea en realidad, ya que citando análisis de laboratorio las esquirlas metálicas halladas en el cuerpo de la víctima no coincidirían con la composición metálica de las armas blancas analizadas (el joven se llevó un juego de cuchillos de la casa de la víctima).