¿Cómo es posible que del búnker de la Comisaría de Ourense desaparecieran 6 pistolas en dos ocasiones sin que se señalara a un responsable? ¿Por qué se cerró la primera investigación interna sin culpabilidades? La causa que ha puesto en el foco a la Comisaría dilucida si la gestión del armero era correcta y si en la sede se actuó con un ánimo de ocultación, algo que el comisario jefe niega rotundamente, para evitar que una unidad central interviniera, como sucedió.

En agosto de 2014 faltaron 3 pistolas y el expediente interno se cerró sin responsabilidades. Se abrió una información reservada para remitir a Madrid y al juzgado que, según Asuntos Internos, fue un acto de presunto encubrimiento con una narración de hechos inciertos; supuestas falsedades que la Comisaría niega. Se reforzaron las medidas de seguridad, con cámaras incluidas. Pero en febrero se producía un segundo caso. Salió a la luz público porque un anónimo lo reveló a algunos medios.

Declara el número 3

Previamente, otra persona sin identificar había puesto sobre la pista a Asuntos Internos, señalando a la vez supuestas irregularidades en materia de drogas de varios agentes y apuntando de la sustracción al responsable del armero y al jefe antidroga que después fue detenido . Hasta 13 tuvieron intervenido el teléfono en un principio por orden del juez Leonardo Álvarez. Así comenzó la operación "Zamburiña". De momento hay 4 agentes del antiguo grupo de estupefacientes investigado, más la derivada de las armas que centró la atención ayer.

Por esta última vía, cinco policías con distintas responsabilidades declararon como testigos. Lo hicieron el secretario de la demarcación, número 3 en la cadena de mando y una de las personas que tenía llave del búnker. El ejecutivo declaró a continuación del agente, instructor de tiro, que llevaba la gestión diaria del armero. Este policía ya fue interrogado durante horas por Asuntos Internos, e investigado internamente, al igual que el secretario y algún agente más. Además, comparecieron en el día de ayer el responsable del grupo de drogas anterior al jefe detenido, otro policía que tenía acceso al búnker y un investigador de la UDEV de Policía Judicial. Fuentes del caso afirman que el torno de los agentes fue "políticamente correcto". Nadie identifica al autor de la sustracción ni irregularidades en Comisaría. Ayer estaban citados otros dos agentes como testigos. Su declaración se pospuso por cuestión de hora. Volverán en enero.

Por otra parte, el sindicato que representa a 7 de cada 10 agentes de la Comisaría de Ourense, el SUP, defiende que los cuatro policías investigados por hacer presuntamente la vista gorda a confidentes son "víctimas colaterales de una investigación infructuosa de Asuntos Internos", al no dar la unidad secreta con las armas. "El único error que pudieron cometer es una mala praxis con los confidentes para resolver casos". Por eso ven "desmedida" la operación que mantuvo a dos compañeros en calabozos más de 60 horas. El SUP también ve como una "condena previa" la suspensión cautelar de ambos (los otros dos investigados pidieron la baja).