Los problemas de la discoteca La Bull entran dentro de una confrontación clara de intereses, debido a que las denuncias parten no solo de algún vecino, sino de "la competencia", que derivó en un cruce de denuncias que del ámbito municipal derivaron en el judicial, al que de nuevo volverán. La decisión del cierre provocó que uno de los dueños decidiese presentarse en la fiesta que celebró el viernes por la noche trabajadores del Concello en el Liceo, y en la que estaba presente el alcalde, para pedir explicaciones sobre la decisión, al considerar que se trataba de una "venganza y persecución", pero la única respuesta que obtuvo fue la existencia de informes de los técnicos.